La Unión Europea mueve ficha en el conflicto ucraniano, pero las vecinas de Barcelona también. Se puede: llevar portabebés a Upa Upa, o ropa, comida o medicamentos a la Escuela Mriya, o hacer donativos a la Asociación Sonrisas. Además, hay manifestaciones en varios lugares en los próximos días. Todos los miércoles, una asociación de Poblenou recoge firmas para la ILP por la Regularización Extraordinaria de Personas Extranjeras y Arrels Advocats ha puesto en marcha un punto de asesoramiento gratuito para familiares de personas presas. Irídia ha lanzado una campaña contra las balas de goma que han provocado una muerte y la pérdida de la visión de un ojo a 11 personas.

Los sindicatos educativos han convocado una huelga del 15 a 20 de marzo por el avance del inicio del curso una semana, que ha sido la gota que ha colmado el vaso después de los ataques a la inmersión lingüística y la precariedad del personal interino. La cooperativa Sotrac denuncia que un trámite burocrático tiene paralizada desde 2020 la construcción de 126 viviendas protegidas en Can Batlló, mientras en el mismo recinto se han levantado varios complejos residenciales de lujo en los últimos años. El Ayuntamiento ha acelerado los planes para cargarse la losa de hormigón de la ronda Sant Antoni después de que las vecinas empezaran a manifestarse. El mundo, a veces, se mueve.