La primavera la sangre altera, y altera también las temperaturas, que esta semana vuelven a bajar y traen la tan esperada lluvia consigo; si esta alegre columna parece el boletín de las noticias de alguien que vive en el Far West, es porque así de grave es el tema de la sequía. Pinta el ambiente tan calentito que tenemos que asegurar que el alumnado de los colegios no se nos fría como un pollo al ast. Lo dicho, esto es el Salvaje Oeste y aquí manda el más fuerte, que se lo digan al vecindario de la Bonanova con sus protestas anti y pro okupa y un amago de visita de Desokupa, los amiguitos matones de clase que se sientan en la derecha de la derecha. Luego está Antena3, que lo convierte todo en una película de, bueno, Antena3. Hasta los socorristas y la gente anti-crucero se rebelan ante los desmanes de la administración y el turismo desaforado, algo que la aún alcaldesa quiere cambiar a toda costa, nunca mejor dicho. La carrera de caballos por ganarse o mantener su asiento está descontrolada en esta ciudad sin ley, y hay barrios que serán el terreno de juego decisivo para que Colau, Collboni, Trias o Maragall se lleven la chapita del sheriff: Vila Olímpica, Fort Pienc, Montbau, Navas y Font de la Guatlla son nuestros Ohio, nuestros estados llave. Un saludo, por cierto, a los dos escaladores de la Torre de Glòries; habrán tenido una vista impecable de las obras de este desierto llamado Barcelona.
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