Hace unas semanas se lanzó la nueva aplicación de Uber, pensada para llevarte la comida a domicilio. Lo primero que se me ocurrió fue que lo habrían hecho para reciclar la que ya tenían para el servicio de taxi y darle un uso. Lo segundo que pensé fue que los demás servicios de comida a domicilio estarían con el culo que no les cabría ni un alfiler, pues todo lo que toca Uber se convierte en polémica. La liaron con el tema de los taxis y ahora algo de pollo iban a montar con esta nueva app.

El precio puede oscilar, pero por unos 8 a 10 euros puedes escoger alguna de sus propuestasEl sistema no está nada mal. Al entrar en la app te da opciones de “menú” en función de la zona en la que estés geolocalizado. Uno de sus atractivos en el momento del lanzamiento fue la posibilidad de trincarte un Pulled Pork de Caravan Made o ahora, por ejemplo, unos molletes de PlateSelector; es decir, su valor añadido es que no se trata únicamente de restaurantes.

El precio puede oscilar, pero por unos 8 a 10 euros puedes escoger alguna de sus propuestas. Es una buena opción para comer en el curro algo que te va a traer un chófer en un Mercedes de dos pares de cojones —supongo que esto también es parte del valor añadido: asegurarte que tu pedido llega en perfectas condiciones, porque más o menos es como si viniera en 1st Class de Qatar Airways—.