El lugar derrocha personalidad. En su origen era un almacén al que se le ha anexado una vieja tienda. Tiene el encanto característico de los locales industriales, pero puesto al día y decorado con estilo propio. Hornos para pizza en un extremo y una pequeña barra en el otro completan la distribución de una gran sala principal, y existen pequeños reservados ubicados en la entrada, perfectos si lo que se busca es tener un poco más de intimidad. Entrando en el tema gastronómico, que es lo que más nos interesa, en Frankie Gallo Cha Cha Cha encontraremos pizzas clásicas a un precio aproximado de 10€ y otras más creativas como la carbonara de trufa (mozzarella, guanciale, huevo, pecorino y trufa negra) o la brutal (mozzarella, scamorza, burrata, salmón ahumado y botarga), que rondan los 18-20€. La masa de todas ellas es deliciosa y ligera y sus ingredientes son de gran calidad. El resultado es el que se espera: una pizza increíblemente buena y nada pesada. El precio medio es de unos 25€ por persona, siempre y cuando controlemos un poco el tema de la bebida y los postres. Nada desproporcionado, teniendo en cuenta la cantidad y la calidad que ofrecen.
C/ Muntaner, 152 • Eixample Esquerre
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