Pese a que la desigualdad afecta a todo el colectivo LGTBIQ, es cierto que hay unes cuantes que sufren más discriminación que otres. Es el caso de las personas trans, que ven como la identidad sexual o de género supone en ocasiones una traba importante para el acceso al mundo laboral.
El problema principal tiene que ver con el proceso de hormonación. Éste suele durar 2 años y durante ese periodo, conocido como “passing”, el género de la persona no está claro físicamente, evidenciando la transición. Es decir, que se nota que eres trans. Además, a nivel de papeleo y burocracia se suele dar que los documentos de identificación no encajan con el aspecto físico (por ejemplo, el nombre y género que aparece en el DNI). Todo esto no ayuda a que sean seleccionades para ciertos puestos de trabajo y, en consecuencia, la tasa de paro de las personas transexuales puede llegar a ser ridículamente alta.
TransOcupació, es un servicio socio-laboral que busca dar toda la ayuda posible a los sectores más discriminados dentro del colectivo LGTBIQ
Para tratar de paliar esta problemática el Ajuntament de Barcelona ha impulsado un programa para favorecer la inserción laboral a personas trans.
El proyecto, impulsado por Barcelona Activa bajo el nombre de TransOcupació, es un servicio socio-laboral que busca dar toda la ayuda posible a los sectores más discriminados dentro del colectivo LGTBIQ a la hora de buscar empleo y facilitarles un apoyo para conseguir o mantener su trabajo.
La atención es personalizada y con una tutora que orienta al usuarix en los pasos a seguir. Para no crear una segmentación entre personas LGTBIQ y personas cishetero hay diferentes actividades que se hacen en grupos mixtos. Preparar entrevistas de trabajos, hacerte un buen currículum vitae o participar en programas de inserción sociol-aboral son algunas de las opciones en este proyecto, teniendo en cuenta siempre que cada situación es diferente.
La iniciativa ha sido apoyada por el Centro LGTBI de Barcelona. Este celebró su primer año de vida el pasado 18 de enero y se ha convertido en un punto de referencia institucionalizado dentro del colectivo, englobando todas las demás entidades que luchan por la igualdad dentro de la diversidad sexual y de género. De hecho, este mes se hizo el primer encuentro del Grupo Trans del Centro LGTBI de Barcelona, donde se creó un espacio de discusión y reflexión para personas trans i no-binarias donde compartir experiencias.
Ser una persona trans en España supone no tener una ley estatal que proteja tus derechos. Esto significa que no hay una norma unificada que te otorgue y legisle tus derechos y que te reconozca por lo que eres.
Cuando veo esta clase de iniciativas me alegra que este subgrupo del colectivo no sea olvidado pero, por otro lado, me entristece que sea necesario tomar esta clase de medidas. Cuando lees datos y estadísticas te das cuenta de lo grave que es el problema. Ser una persona trans en España supone no tener una ley estatal que proteja tus derechos (aunque 10 de las 17 comunidades autónomas sí). Esto significa que no hay una norma unificada que te otorgue y legisle tus derechos y que te reconozca por lo que eres. Y si quisieras empezar el proceso de transición en Barcelona, por ejemplo, se te deriva al endocrino. Eso significa 2 años de tratamiento hormonal, como se ha comentado anteriormente, y hasta 6 años en la lista de espera para poder operarte.
La puntilla: las mujeres trans migrantes son las más afectadas, ya que el 86% de estas se ven obligadas a prostituirse. Pero incluso como colectivo genérico, 8 de cada 10 mujeres trans no encuentran trabajo. Estos datos deberían conectar un chip en nuestro cerebro y preguntarnos qué podemos hacer como ciudadanes para que esto deje de pasar. Por ahora, Barcelona no lo está haciendo tan mal.