En Barcelona desde…
desde 1983 hasta ahora, con un paréntesis entre 2006 y 2016 que viví en Portugal.

¿Qué libro tienes en la mesita de noche?
Vincles ferotges de Vivian Gornick. Los ignorantes de Étienne Davodeau.

¿En qué peli harías de protagonista?
We are the Best! de Lukas Moodysson, la vimos con unas amigas y pensamos que eran como nosotras en el tiempo del instituto.

¿A qué persona muerta resucitarías?
Joan Brossa.

Si tu arte fuera música, ¿a qué grupo sonaría?
Mmh… Me encantaría que sonara algo así como la música de la ¡Pantera Rosa!

¿Cuál es el título de tu última obra de arte? ¿Por qué la nombraste así?
Composición 4. Muy literal.

En una frase, tu trabajo va de…
Color y composición. Imprevisto, accidente y energía.

Un proyecto que hayas conocido recientemente y que te haya impresionado.
Escola de pastors de Catalunya, en el Pallars Sobirà. Me ha impresionado por el papel renovador que tiene en la comarca. No solo forma a gente para ejercer el oficio de pastor, sino que contribuye a valorar y salvaguardar toda una sabiduría y cultura que se está perdiendo.

Algo que nadie sabe de Barcelona.
Que l’Avinguda Príncep d’Astúries ha vuelto a su antiguo nombre, Riera de Cassoles, lo que me alegra cada vez que paso por allí.

¿Cuál es tu segunda casa?
Lisboa en Portugal. Farrera en Catalunya.

¿Por dónde te mueves cuando recopilas la artillería pesada para armar un nuevo proyecto?
Libros, internet, museos, bibliotecas públicas, una gran cosa de esta ciudad. Aunque para empezar un proyecto me gusta aislarme y salir de la ciudad, ir a un sitio tranquilo rodeado de naturaleza para encontrar tranquilidad y concentración.

Lo que más detestas del panorama artístico barcelonés.
Las modas. Que siempre las mismas personas hagan los grandes proyectos, ganando becas.

Y lo que más te pone.
La cantidad de gente que hay con mucho talento haciendo cosas increíbles. La cantidad de eventos que hay siempre, cada fin de semana.

Nunca expondría en…
¡Nunca digas nunca!

¿En qué te basas a la hora de poner precio a tus proyectos?
En los materiales y el tiempo necesario. Para hacer una cosa con cara y ojos nunca son 5 minutos. Es necesario parar, reposar y pensar. Siempre es más tiempo del que creemos.

¿Cómo arreglarías la precariedad?
Hacer una guía de precios como existe en otros países podría ayudar: x por cartel, x por portada de disco, etc. Aunque en general es necesario valorar más el trabajo artístico. Es un clásico, pero a nadie se le ocurre regatear a un fontanero. En nuestro día a día es una constante. Muy a menudo tenemos que aceptar tarifas más bajas de las que serían justas. Hacer lo que nos gusta no significa que tenga menos valor o que no cueste trabajo.

Te encontramos en:
martinamanya.com