Pues a algún cantaor flamenco antiguo y puro, de los que tienen muy pocos dientes (cuantos menos dientes tienen, mejores cantaores son) cualquiera de ellos me sirve. El Egipto de los faraones me atrae mucho, pero a día de hoy creo que me decidiría por teletransportarme hacia el futuro, para ver como van avanzando y evolucionando las tecnologías, los aparatos, etc. Tenía que pagar el Máster Prodart de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona de mi bolsillo y además me tenía que reír de los chistes malos de los “profesores”, parecía una “casa de putas” muy bien montada. La diseñadora de moda Nele Feys, el poeta Efrén Álvarez, y en el lugar del tercero mejor voy a recomendar la exposición “Piedras y poetas” de David Bestué donde además hay esculturas de Jonathan Millán. Un artista de verdad es el que se la juega, y eso tiene mucho valor, no puedo odiar a nadie que tenga esa actitud, aunque los haya muy complicados. Odio un poco a los “chupabotes” y a los intermediarios, a los comisarios y a los gestores que se preocupan más por sus propios intereses que por el de los demás. Se les puede reconocer fácilmente porque imprimen sus nombres en grande sobre catálogos y carteles y el de los artistas lo ponen en pequeñito. Nadie sabe que esta primavera, cuando se empiecen a abrir las flores, también se abrirán las páginas de un nuevo fanzine (el n°2 de los poemas de interpelación) que además se presentará en uno de los mejores centros de arte de la ciudad con grandes sorpresas. Esta nueva publicación hará que tiemblen los cimientos culturales de Barcelona, además se encargará de repartir justicia por las conversaciones de los bares. Desde toda la vida.