Varias entidades vecinales y sindicales se conjuran para boicotear la cumbre de fondos de inversión que quieren reanimar (¿más?) el sector inmobiliario de la ciudad. Aunque si hablamos de culebrones, para telenovela la de los Mossos: primero el nuevo major quiso cesar a su segundo, después el exjefe de Investigación denunció su cese por negarse a revelar información de investigaciones a políticos y luego se han tenido que suspender unas oposiciones a inspector porque se encontró un móvil grabando en la reunión en la que se discutían las preguntas del examen.

En el capítulo el Ayuntamiento hace: pone en marcha la Tarjeta Cuidadora, para, obviamente, personas que cuidan, que les dará acceso a asesoramiento especializado, un teléfono de apoyo psicológico y acompañamiento jurídico para la contratación. Y en el de quiere: endurecer las multas a bares y restaurantes por multiplicar sus terrazas como si fueran los panes y los peces después de abrir 732 expedientes desde enero. Si al final Ada Colau no se basta sola, Yolanda Díaz ya ha anunciado que acudirá a apoyarla en la carrera electoral de mayo. Entonces no se habrán acabado, ni mucho menos, las obras de Las Ramblas, que con tres años de retraso se han iniciado por fin, aunque vecinos y comerciantes se quejan de que serán muy lentas. Bonus para la vista: la juguetería pública de la Ronda Sant Antoni.