¿Y para qué vas al mercado a comprar el bonito en escabeche? Es carísimo y te aseguro que si lo preparas tú, estará mucho mejor. Cuando descubras lo fácil y rico que está, no vas a parar de hacerlo y en cuanto saques la cuenta de lo que te ha costado y la cantidad que te va a salir, dirás: nunca más. No lo vuelvo a comprar preparado. Lo hago. ¡Yo me lo guiso, yo me lo como!

Ingredientes

  • 1 bonito entero cortado a lomos sin piel y sin espina. Preferiblemente de pesca controlada (si no es de pesca controlada tu conciencia no te dejará comértelo a gusto)
  • 6 cebollas de Figueras ecológicas cortadas a juliana, finamente, (no gruesas que no mola)
  • 2 dientes de ajo cortados en láminas o tres si te gusta mucho el ajo
  • Sal marina. A la sal no le damos la importancia que tiene y hay sal del delta del Ebre que está muy buena y muy bien de precio, (vale la pena comprar una sal de calidad, nuestro organismo lo agradecerá)
  • 1 taza y 1/2 de vinagre de manzana eco, y si no es eco que sea bueno, (si tienes preferencia por otro usa el que quieras pero evita el de Módena o el de Jerez, te cambiarán mucho el sabor de este plato)
  • 1 rama de tomillo del huerto, del mercado o del huerto de un amigo, o de un paseo por el campo cerca del mar, tenemos la suerte de que crece de forma espontánea en gran parte de la costa mediterránea
  • 1 cucharadita de pimienta negra en grano
  • 1 taza aceite de oliva virgen extra ecológico
  • 2 cucharaditas de pimentón dulce si es de la Vera mejor, y si de Vera no tienes, no te preocupes que si es bueno a Vera no le importa y aun más en primavera.
  • 2 hojas de laurel, también de tu jardín, maceta o de la de una vecina.

Preparación

  1. Lo primero que tienes que hacer con el bonito -que te ha entregado tu pescadera o pescadero, sin piel, ya cortado en 4 lomos-, es cortarlo a lomitos más pequeños. Piensa en el tarro en que lo vas a guardar para que luego no tengas que destrozar los lomos tratando de meterlos en él. Mientras piensas en el tarro y en la vida y te relajas un rato, lo dejas en la nevera tapado con un papel film.
  2. Ahora busca unas gafas de buceo, te las pones, te miras en el espejo, te haces un selfie, coges la tabla de cortar y atacas la cebolla (las gafas son para que no llores). Trata de cortarla lo más fina que puedas así se cocina más rápido. Cuando hayas terminado, quítate las gafas -ya no las necesitas- y corta el ajo.
  3. Ya tienes casi todo listo. Ahora busca la sartén más grande que tengas y que sea un poco profunda, pon el fuego a medio gas, tirando a medio bajo, agrega el aceite de oliva, las cebollas, el ajo, los granos de pimienta negra, la sal marina, el laurel y el tomillo del huerto que sea -y sino del bote que tengas en tu cajón de especias.
  4. Llegados a este punto puedes volver a relajarte e ir a hacer otras cosas, sin olvidarte de que tienes las cebollas en el fuego. Cuentas más o menos unos 20 min para ti mientras se cuecen. Eso sí, si no me has hecho caso y has cortado la cebolla gruesa, te puedes ir a leer un libro y volver en 20 min más o hasta que la cebolla esté transparente.
  5. Mides la cantidad de vinagre y lo añades, subes el fuego y dejas que tus cebollitas y el vinagre hiervan unos 5 min, vuelves a bajar el fuego y ahora agregas el pimentón, dejas que cueza unos 2 min y colocas el bonito como si fuera un bebé en su cuna, delicadamente. Lo tapas y lo dejas cocer otros 10 min a fuego bajo.

¡Y ya está!

Déjalo enfriar y colócalo en los botes, que supuestamente ya has medido para que te entren los lomos y cúbrelos con la cebolla y el líquido. Si te hace falta líquido añade aceite de oliva.