Recibidor en el dpto. de investigación genética prenatal @ Hospital Vall d’Hebró • Vall d’Hebró

Últimamente no he tenido mucha suerte en encontrar un café del cual fuera digno de hablar. Así que he pensado que mejor dedicarle unas líneas a uno de los peores cafés que tomé estas pasadas semanas. Se trata del café de la máquina de cafés del departamento donde trabaja mi madre en el hospital Vall d’Hebrón. Especifico este lugar porque no he probado el café que sirven en el bar o el restaurante del mismo hospital. Solo voy a hablar del que se encuentra en el recibidor del edificio-laboratorio de genética donde no hace mucho me encontraba sentada con mi madre de cháchara. Intuía lo que me iba a encontrar porque que el café me costó 50 céntimos. No soy partidaria del abuso de precios en el café, pero 50 céntimos ya te anuncian lo que te vas a meter en el cuerpo. Básicamente se trata de un café sin gusto, duro y aburrido. No tiene ninguna gracia y te lo tomas para no tener que sostenerlo en la mano. Imagino que a los doctores que están trabajando les viene bien como chute de cafeína, pero a cierta hora no quisiera encontrarme en el lavabo de ese edificio porque nada bueno puede salir después de tomarte uno de estos.


Puntuación

Café: 0
Ambiente: Solo por la compañía de mi madre la nota sube a un 10. Quizá a veces algo incómoda porque a cada doctor o doctora que pasa me presenta y hablan de lo mucho que he crecido.
Pros: Siempre te puedes tomar el café y dar una vuelta guiada con mi madre, que a parte de presentarte a todo el mundo te explica todos los cotilleos del lugar.
Contras: A parte del café, que es un desastre, es verdad que el ambiente huele un poco extraño.