La Filmo de Barcelona es un tesoro, con una programación que no puedes encontrar ni en Nueva York

A principios del año, el aumento de temperatura de la cartelera es inversamente proporcional al frío de nuestras calles. Las majors y las televisiones ya se encargan de subir la temperatura de vuestra cabeza lo suficiente con las Oscarizables, así que entraremos por la puerta trasera. La sensación europea del año y que no os podéis perder, si os va la marcheta, es la alemana Toni Erdman. Una absurda comedia que narra el reencuentro de un padre con su hija en Bucarest. Un padre que gusta de disfrazarse ridículamente poniendo en apuros la ordenada vida de oficina de su hija. En materia de contención y sutilidad, nuestro director norteamericano favorito, Jeff Nichols, estrena Loving con el siempre delicado e inquietante Joel Edgerton. La película cuenta la trágica historia de una pareja interracial en el estado de Virginia en los años 50.

A veces sospecho que debéis pensar que estoy a comisión de la Filmoteca, por las veces que sale en esta columna, aunque la verdad es que no veo un duro. El secreto es, mis queridos fieles lectores de esta hoja parroquial, que la Filmo de Barcelona es un tesoro, con una programación que no puedes encontrar ni en Nueva York, así que aprovecha insensato. Este febrero cumple 5 años desde que se instalara en el Raval y tienen preparada una programación especial gratuita en la que destacaría el martes 21 a las 20:00 Une histoire de fou, la última película del bueno de Robert Guédiguian, una debilidad mía. El marsellés sale de su coto de caza habitual, la ciudad de Marsella, para contarnos la historia de un terrorista armenio que después de atentar contra el embajador de Turquía en Paris, deja herido a un ciclista que pasaba por allí. La madre del terrorista, sintiéndose culpable, irá a pedirle perdón al ciclista al hospital… y hasta aquí puedo leer.