charlie«Claro que somos inocentes, hombre.» La frase no es de Charlie Hebdo, en cuya boca tendría mucho más sentido. Es de Oriol Pujol, exdiputado de CiU en el Parlament y acusado de cohecho y falsedad documental al cobrar de un empresario-colega por usar su influencia política en varias operaciones empresariales. Se negó a declarar ayer y la frase se la soltó, casco en sienes, a los periodistas que le esperaban fuera, como si de una barra de bar se tratara.

Inocentes de verdad son las 60 mujeres que ya se han reconstruido el clítoris en una clínica de Barcelona. El diario EL PAÍS recoge el testimonio de una de ellas, pero la Fundación Wassu-UAB cifra en el 44% el porcentaje de mujeres que en Guinea Bissau son mutiladas antes de cumplir los 15 años. En el Estado español viven más de 57.000 mujeres sin clítoris y 17.000 corren el peligro de que se lo arranquen. La operación cuesta 1.500 euros que, de momento, la clínica asume y es un pequeño paso hacia revertir el terror.

Revertir el terror es lo que hace la portada de Charlie de esta semana. Perdona como la mejor de las religiones, la moral, los atentados contra su corazón y sigue en su línea: no dejar títere con cabeza en sus críticas humorísticas. Nos vendría bien una acerca del temita #AcordiEleccionsJA con Mas y Junqueras, que a pesar de ser TT mundial, siguen en su lío entre independencia, independientes y demás interesantísimos debates. Ay, inocentes.