La aventura del café empieza ahora, con este texto; si no quieres vivirla deja de leer, o lee pero no te me pongas exigente. Esta es la aventura de la búsqueda del Cafeti di Oro, el café de verdad. Si eres de esos/as que arruinas la vida a los/las que disfrutamos de este líquido de los dioses animándonos a que tomemos un puñetero té en sustitución de nuestro preciado café: deja de leer o, si lo haces, despídete de tu triste té, que no nos la cuelas.

Yendo al grano (de café, jajaja, quizá no hay tanta confianza para que te suelte esto ya, ¿no?), con este breve texto me animo a explicar dónde encontrar un café en condiciones en esta maldita ciudad. Empecemos.

Curiosamente el primer lugar que ofrezco no es en Barcelona estrictamente, es en Hospitalet, pero vaya, que se sitúa en la frontera, tan cerca que no recuerdas que es otra ciudad, de hecho es un lugar donde se juntan todas las clases sociales de todas la ciudades: IKEA. Así es, IKEA es la primera parada de Cafeti di Oro. Yo tampoco me lo podía creer, pero de repente, por necesidad de un momento de pausa dentro de todo el ajetreo que es IKEA, allí estaba pagando un café por 50 céntimos* (o gratis si me hacía de Ikeafamily) y de máquina, me disponía a sentir esas ganas tremendas de ir al lavabo que te dan algunos cafés. Pero no. Intenso pero suave a la vez, como es un buen café, que te llena pero sin hacerte daño y que, sobre todo, desprende un olor que te transporta a otro lugar que no es IKEA, pero allí estás con todas esas parejas jóvenes que se acaban de pillar un piso, con algún bebé berreando, parejas a punto de separarse después de muchos años de relación, amistades rotas… Todo eso no importa porque tienes un café de coña marinera entre las manos y lo mejor de todo es que puedes repetir las veces que quieras. De repente te das cuenta de que IKEA es uno de tus lugares preferidos para tomar el café y ahora cualquier excusa es buena para volver, ni que sea a por un puñetero marco.


Puntuación


Café: 5/5

Ambiente: 4/5

Precio / calidad: 5/5

Café excelente a 50 céntimos* o 0€ con tarjeta Ikea family. Win-win.

Pros: puedes ir en tren o bus o metro; hay sitio de sobras para sentarse y, según cómo, lo puedes combinar con un buen desayuno.

Contras: el ambiente que se respira a veces; no hay música; acabas gastando en otras cosas que no querías.


* Puede que el precio haya variado, yo hace tiempo que dejé de pagar el café en IKEA. Me llevo la taza de casa.