La manera de relacionarnos en el espacio público ha cambiado mucho desde el final del franquismo hasta nuestros días. En nuestra edición veraniega, nos preguntamos cómo hemos llegado de bajarnos la silla a la calle para tomar la fresca, a la maldita silla individual, pasando por el banco romántico «de toda la vida». No podemos contestar sin vuestra opinión, querid@s lector@s. Aquí una encuesta de menos de un minuto. Larga vida al periodismo independiente.