La semana pasada os hablaba de mi sufrida crisis del «pienso esto, pero hago eso». ¿Cómo puedo hacer para no dejarme los valores en casa cuando salgo a hacer la compra? Y, más importante, ¿qué opciones nos ofrece Barcelona para practicar un consumo consciente de alimentos?
- Más allá de los mercados… compra de temporada en las tiendas de barrio, las de toda la vida. Siempre será mejor que una gran superficie, aunque eso no las hace sostenibles. En cualquier caso, tiendas con producto ecológico y de proximidad hay por toda la ciudad. La famosa Linverd, Cal Fruitós, las Molsa, Vida Meva o el primer supermercado cooperativo de Barcelona, Food Coop. Pero ninguna de mis recomendaciones tendrá sentido si no queda a pocos metros de tu casa. Una buena forma de encontrarlas es a través de Comerç Verd, una certificación para comercios de proximidad respetuosos con el medio ambiente. Tampoco está mal el mapa de Barcelona + Sostenible.
- A granel. Lo de Gràcia es un fenómeno muy curioso. Según el mapa que os mencionaba, hay 78 tiendas con producto a granel solo en este barrio, muy por encima de la media. Nuda Market, Al Gra, Gra de Gràcia… aunque también molan Casa Perris (Born), Yes Future (Sant Antoni) o Bon Granel (Sants).
- Online. La gran mayoría de los ya mencionados tiene opción de compra online, pero hay tantísimos más. La Colmena Que Dice Sí está por todas partes, Mercat Arrels es literalmente un mercado virtual con su sección de ofertas y todo (hay que ser socia para comprar, lo que también te da derecho a recibir su revista y a envíos gratis), Re-pot te lleva la compra a casa sin plásticos, sin residuos y con envases retornables y aquí os dejo una lista de productores que envían a domicilio, ¡hasta el pescado!
Ni te mires las primeras opciones que te saldrán en Google tipo Frooty o I Love Food, muy caras. Comprobado está que sale más barata la cesta ecológica directamente del payés (y tiene todo el sentido). Para acabar con esta investigación he querido probar Too Good To Go y, oye, me he llevado una grata sorpresa. Ahora solo falta crear el hábito.