Las municipales son, o deberían ser, las elecciones más importantes en cada país, ya que en ellas se elige al poder más cercano, al que se encargará de gestionar el día a día de los ciudadanos, el que velará por que cada acción vital de nuestras vidas cotidianas nos haga lo más felices posible. Pero en Catalunya no parece que sea así. Hoy Vilaweb destaca que el PSC y el PP han vuelto a recurrir a una viaja estrategia: las listas fantasma. ¿Qué significa? Pues que en muchos municipios, las listas están llenas de candidatos que no residen en esa localidad, por tanto, ¿cómo van a gobernar los deseos y necesidades de un lugar que no conocen?

El Moviment d’Esquerres denuncia que el PSC ha presentado unas cien listas fantasmas de un total de 528. El caso más llamativo es el de Aroa Arauzo, que además de vivir en Badalona, es secretaria de Participación y Calidad Democrática, pero se presenta como cabeza de lista en Ogassa, en Ripollès. No está sola: el primer secretario de Les Corts, Carlos Hornero, encabeza la lista en Castellar de la Ribera en Solsonès y el responsable de política municipal de Ciutat Vella, Antoni Estopà, se va de líder a Ivorra, en la Segarra.

En el PP siguen la misma línea. Eduardo David Zuñiga se presenta en la lista por Berga, en cuyo censo no está inscrito y lo hace con Roberto Moreno, que reside en Barcelona. Una curiosidad: Moreno se presenta también como número 14 en la lista de UPyD en Ferrol, Galicia. El líder popular de Berga, Joan Antoni López, se excusa diciendo que a Moreno le han robado los datos. Porque claro, a quién le importan las municipales. A Kafka la Metamorfosis se le queda demasiado cercana a la realidad.