«Limpiando Badalona». Con un par, Xavier Garcia Albiol, alcalde de la ciudad, estrenó este finde el higiénico eslogan con el que pretende volver a ganar las municipales. Cuando medio planeta, con Jordi Évole a la cabeza, le acusa de racista, él, ni corto ni perezoso, se explica de esta manera: quiere seguir «limpiando Badalona de todo aquello que no gusta y que genera problemas con el resto de vecinos». Después añadió: «ya me habéis entendido». Perfectamente.

El rifirrafe con Évole ha dado un nuevo impulso a las acusaciones de racismo, pero a Albiol ya le preguntaron en marzo qué quería decir con eso de limpiar Badalona y si la receta tenía algo que ver con sus ideas sobre la inmigración. Aseguró que no perseguía a nadie por ser de una nacionalidad u otra, pero recalcó: «no quiero en mi ciudad a los inmigrantes que han venido a robar, a delinquir y a hacer la vida imposible a los demás».

Claro, porque el mundo está organizado así. Hay grupos de personas dentro de categorías más amplias que se organizan para hacer un tipo de cosas. Y dentro de la categoría inmigrantes, hay un grupo que se ha organizado para robar, delinquir y hacerle la vida imposible a los que viven en Badalona. Porque sí, porque le tienen manía a Badalona. Podría ser otra ciudad, pero es esa, vaya usted a saber porqué, la vida es así. Como también podría ser otro grupo organizado dentro de otra categoría el que robara, delinquiera e hiciera la vida imposible a los habitantes de Badalona, como por ejemplo los banqueros, los bailarines de danza contemporánea o los pelirrojos. Pero son los inmigrantes, vaya usted a saber por qué, la vida es así. Hace falta mucha fantasía para soportar la realidad.