Jordana B Petit Format
Maria Rodés Petit Format

Este fin de semana tenemos programa doble con dos conciertos en el festival Petit Format de L’Hospitalet: Jordana B y Maria Rodés. Hospitalencs: recordad que las entradas están muy limitadas y GRATUITAS y que se pueden reservar en joventutlh.cat. Barcelonins: También se podrán ver los conciertos en directo desde el canal de YouTube JoventutLH.

Las chicas de Jordana B han irrumpido con el single “Cumbia B.”, una canción pegadiza, fresca y veraniega que nos lleva por Malasaña y Lavapiés a ritmo, como no puede ser de otra manera, de cumbia. Con una letra prácticamente recitada en la estrofa, llegamos a uno de esos estribillos que nos sorprendemos tarareando al lavar los platos o caminar hacia el metro, y que podría sonar tranquilamente junto al “Voy” de Mueveloreina.

María Solá, letrista y vocalista, nacida en Argentina (de ahí la cumbia), pero criada en Madrid, forma el esqueleto de Jordana B. (por algún lugar hemos leído que buscaban baterista, o que quizá ya la habían encontrado: en el concierto saldremos de dudas). Y será este viernes 4 de diciembre a las 19:30, en el Auditori La Torrassa, cuando podremos escuchar otros de sus temas como “Me caes mal”, donde se canta con épica una animadversión personal, y “Dicen de ti”, una canción de pop ochentero totalmente recitada.

Y el 5 de diciembre, también a las 19:30 en el Auditori La Torrassa, uno de los platos fuertes: Maria Rodés presenta Lilith, su último disco. Años después de Maria canta copla, con el que sedujo a David Byrne (sí, el de Talking Heads) para que la pusiera en su playlist y le hiciera de telonera con temas como “Tres puñales”, y años después de su impresionante debut en solitario con Una forma de hablar, Maria Rodés han grabado un disco inspirado en la primera mujer que Dios le dio a Adán, Lilith, la que se negó a obedecerle y yacer bajo él, y que, según dicen, acabó siendo la novia de Lucifer.

Con letras de inspiración popular que recuerdan al Nacho Vegas de Lucas 15 (aunque estas canciones, y ahí está gran parte del mérito, son de su puño y letra), y una instrumentación folklórica y luminosa, como un Sufjan Stevens mediterráneo, Maria Rodés hace un homenaje a las brujas y hechiceras que pactan con el demonio y lo ganan. Canciones como “Carta al diablo” o “Seguramente fui yo”, son verdaderamente adictivas en su falsa candidez, y confirman a Rodés como una voz singular y cada vez más madura en el panorama musical.