No. Son fruto de la imaginación. Por eso no tiene sentido que la plaza en la que desembarcan muchas personas que trabajan entre Barcelona y Madrid sea la puerta a un mundo paralelo y no a la capital catalana. Así lo ve Carina Mejías, candidata a la alcaldía por Ciutadans. Coincidiendo con Trias en que hay que reformar la estació de Sants y alrededores porque son «uno de los peores lugares de Barcelona», apuesta por «limpiar, pulir y hacer una revisión profunda» que, ya de paso, se lleve por delante el nombre de la plaza.

Hablando más de urbanismo, Mejías critica en La Vanguardia las obras de la Diagonal, que han costado un 35% más de lo presupuestado, pero no se moja mucho con el tranvía: «no es una prioridad». A ella le van más las estaciones, la de la Sagrera y la de Sants. No sea que los que vienen a vernos, nos pillen recién levantados y con la casa sin barrer.

Después iría a por el Born Centre Cultural, que en su opinión, «reescribe la historia» y además, tiene un uso «muy limitado». Sea como fuere, el lugar recibe a 2 millones de visitantes al año. En su lugar, Mejías prefiere una biblioteca provincial que financie el Estado, que era el proyecto inicial que acabó resituándose junto a la Estació de França cuando se descubrieron los restos de 1714.