Y coleando. Ahora ha creado Fair.Coop, «la primera cooperativa abierta mundial para una economía justa». Acaba de salir a la luz y su objetivo es cambiar el sistema económico «impuesto por las élites». Básicamente, cambiar el mundo. Las metas de Duran nunca han sido moco de pavo.

«Frente a un sistema económico capitalista, de carácter devastador y explotador, controlado por unas minorías corruptas y basándonos en todas las movilizaciones y demandas ciudadanas de los últimos años, Fair.Coop se propone impulsar la transición hacia un nuevo modelo económico con el objetivo de reducir las desigualdades económicas y sociales a través de reforzar los ámbitos de producción democrática, el empoderamiento y el trabajo en red de los colectivos comprometidos con el conocimiento libre, la autogestión y la justicia social.»

Pero, ¿qué carajo es Fair.coop? Una cooperativa que se autooganiza de manera descentralizada a través de internet y fuera de los límites y controles de los Estados-nación. No usará monedas fiat y tiene como única criptomoneda de uso interno el faircoin, moneda con la que Fair.Coop pretende construir un nuevo espacio económico global. Hasta que se convierta en la moneda de referencia del comercio y consumos justos y éticos.

Faircredit, una moneda de crédito mútuo global, verá la luz, para complementarse con Faircoin, a partir de enero.

Y ¿pa quién? Para todas. «Al ser una cooperativa abierta, cualquier persona afín puede formar parte». O a través de aportar su conocimiento, participar en la toma de decisiones políticas, hacer donaciones económicas o simplemente ahorrando en faircoins. Eso ya es un posicionamiento político porque habrás dejado de «beneficiar a las élites financieras». Quien quiera participar puede registrarse en FairNetwork, la red social de la fair.coop.

Si alguien creía que Enric Duran había muerto, nunca estuvo más lejos de equivocarse