Ante la aparentemente paralizadora posibilidad de pasar un verano en la ciudad, aún más repleta de turistas rojos por el sol, el calor y las buenas comidas, quizá os apetezca disfrutar de planes de escapada como el que os voy a contar. Ir a la playa y luchar por un hueco de arena bajo el sol abrasador puede que no sea la mejor alternativa para relajar nuestros cansados cuerpos y refrescar nuestras quemadas neuronas. Vale la pena indagar las opciones a mano, fuera del bullicio de la marea; pequeños oasis en el mar gris de hormigón, que nos trasladen a otros paisajes inesperados.

Y hablando de hormigón, un improbable plan de escapada podría ser algo tan anodino como visitar una planta de fabricación de elementos de construcción. Y aún lo es más si en ella encuentras la mayor y más paradigmática instalación del artista Juan Muñoz, que sintetiza en sí misma todos los elementos característicos de su producción. Esta monumental obra fue un encargo específico para la sala de las Turbinas de la Tate Modern (2001).

La obra ofrece dos perspectivas sobre un espacio arquitectónico irreal atravesado por orificios que permiten entrever un mundo intermedio al que no tenemos acceso, poblado de figuras siniestramente sospechosas. El título Double Bind hace referencia a la situación comunicativa angustiosa en la que un receptor recibe dos o más mensajes contradictorios; un dilema difícil de resolver pues cualquiera de las soluciones implica la abolición de la otra. Muñoz juega con nosotros en esta pieza llena de ironía que huye de forma constante de nuestra mirada poniéndonos trampas. Es la imagen de una ciudad kafkiana que, a la vez, es la representación de un espacio psicológico, una paradoja mental en la que el silencio, la dificultad de comunicación y la incomprensión son los protagonistas.

El deambular por los espacios oníricos e inquietantes de Muñoz resulta una experiencia de extrañamiento altamente refrescante. Al penetrar en los huecos entre lo habitual y lo extraordinario, entre el deber y lo inesperado se produce una incomodidad y desencaje que incentiva nuestra búsqueda de respuestas a este enigma sin solución. Un acertijo en forma de instalación que nos permite regresar a la ciudad real no con más respuestas, sino con muchas más preguntas.

Juan Muñoz, Double Bind (2001). En PLANTA, Fundació Sorigué. Complejo industrial La Plana del Corb, Balaguer (Lleida). Entrada gratuita con reserva previa los viernes y sábados aquí.

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