“La confianza mutua del sector público y privado deberá ser la base de la construcción del Estado del Bienestar.” Hay muchos ciudadanos ilusos que hasta ahora habían creído que vivían en el Estado del Bienestar. No. Aclarémoslo. Ellos vivían en el Estado del Bienestar. Ese Estado del Bienestar que los partidos en el poder nos habían asegurado que no íbamos a perder y que se suele relacionar con la sanidad y la educación pública, principalmente. Pero a lo que se refiere la frase de este documento de Convergència Democràtica, titulado Comprometidos con las personas (un texto que establece las bases de una hipotética Cataluña independiente y cuyo título ya da una idea de qué clase de marketing emocional gastan), es al Estado del Bienestar que va a construirse o está en construcción. El matiz es importante porque marca un cambio de significado, una pirueta lingüística de de-sorientación semántica. “La confianza mutua entre el sector público y privado deberá ser la base” de este nuevo Estado del Bienestar que, como un homónimo de Pessoa, se llama Estado del Bienestar. Es difícil no confundirse y no es tan complicado encontrarle un nombre nuevo. Por eso, para diferenciarlos, escribiré Estado del Bienestar (el de antes, el que conocemos) y Estado del Bienestar® (el de la Cataluña independiente de Convergència). [quote align=»center»]El documento defiende el copago que, como todo el mundo sabe, es el bipago: yo pago una vez, y luego yo pago otra.

Ahora sí: ¿cómo es este Estado de Bienestar®? Por supuesto, será un Estado en el que se bajarán impuestos y en el que se mantendrán las prestaciones “básicas” del Estado del Bienestar. Es decir, no se mantendrán todas ellas. Ya sabemos algo. Además, se desalentará la “competencia” entre actores públicos y privados, lo que significa que se abogará por que los servicios públicos se abstengan de competir con los privados “en áreas que son propias de la libre iniciativa”. Se cuidan mucho de desvelar cuáles son estas áreas. Esto es lo que ellos llaman confianza mutua, y lo que otros llamamos privatización de la vida pública. Por si no ha quedado claro, el documento también defiende el copago que, como todo el mundo sabe, es el bipago: yo pago una vez, y luego yo pago otra. Se trata de una cooperación conmigo mismo de la que se benefician los políticos y las empresas que los untan. Por lo tanto, en el Estado del Bienestar® de la nueva Cataluña independiente de Convergència tendremos servicios privados que ocuparán todo aquel espacio que plazca a su libre iniciativa y luego tendremos servicios públicos, “básicos” (eufemismo para “mínimos”), que pagaremos dos veces. Con esto reafirman lo que pretendían negar: que esta crisis es una tapadera para cambiar un modelo social y que precisamente porque quieren engañarnos utilizan el mismo nombre pero corrompen (de esto sí que saben) su significado.