El número de este mes no es apto para los que quieran mantener la alegría primaveral. Entramos a la Marina del Port Vell y os traemos un reportaje bien investigado sobre cómo perdimos el puerto, la trama de oligarcas rusos que lo compró, cómo se rieron de los vecinos las instituciones y cómo se privatizó, una vez más, el espacio público. Podéis encontrar la revista gratis en papel en estos puntos, o si sois perezosos, comprarla en papel o digital aquí.

También mapeamos los mejores eventos alternativos y baratos de abril, que ya podéis consultar en nuestra agenda online. Hablando de cultura, entrevistamos al Movimiento de Liberación Gráfica, os traemos el fanzine del mes, esta vez sobre cómo recuperó un artista la bici que le robaron y nos quedamos muy anchos criticando a los que critican Arco. Y más: ¿sabías que hubo unos cuantos catalanes que la palmaron en el Titanic? En todas la Historia ¡siempre hay alguno!

Para los hambrientos, os recomendamos nuevos lugares donde saciar vuestro gaznate. Eso sí, emprendemos la guerra contra el pintxo baratuno, os traemos un nuevo menú de Dios y hasta os damos la receta para hacer/llevar vuestros propios snacks y dejar de caer en la comida basura.

Y claro, más politiqueo. Nos acercamos a la especulación inmobiliaria que sufren los olvidados de la Colònia Castells, analizamos la indefinición de los nuevos partidos (caña a Podemos y Ciutadans), recorremos la extinción del teléfono fijo y viajamos al futuro y al pasado para descubrir cómo era y cómo será Barcelona.

En este número tenemos hasta crucigrama y mucho humor: confesamos cómo nos sentimos cuando vienen visitas y nos hacen pasar vergüenzas como la de tener que buscar una camiseta del Barça por las tiendas de souvenirs y nos preguntamos por qué carajo no hay una prensa rosa catalana. También agrupamos los fenómenos más comunes de Tinder, para todos esos pulcros a los que les hace gracia pero nunca se lo bajarían.

Todo eso + Eat Street news + humor gráfico + mucho amor, ya, ya, ya, en las calles.

El fotón es de Mireia Rodríguez, por cierto.