fanzine-dJoder, hacía años (¿décadas?) que no encontraba un fanzine con la osadía de ser, simplemente, un fanzine. Si bien un fanzine significa libertad absoluta (cosa casi imposible porque siempre hay inercias incontrolables), aquí y ahora me estoy refiriendo a esos primeros fanzines de antaño, antes de que se acuñara el término como una etiqueta de tendencia más que como una necesidad comunicativa. Os estoy hablando de un compendio de páginas que, lejos de querer epatar a nivel estético, se centra —puramente e inocentemente— en su contenido, en compartir cierta información a toda costa.

Puede que este “Búscate la vida” se revele como algo extraño. Sí, estéticamente resulta doloroso a la vista (pese a tener una exquisita portada de Paco Alcázar) porque la maquetación es incómoda y pasa a depender totalmente del presupuesto. Pero esto no importa, aquí el objetivo principal es comprimir toda la información posible en el mínimo número de páginas, y gracias a esto podemos ver claramente la pasión desbordada que siente el autor sobre el tema que está tratando. Estos textos están relatados por un apasionado en la materia que intenta explicar y compartir un subproducto popular del que no existe mucha información; y lo venera como si fuera la mejor obra de arte que el hombre haya creado jamás, sobreinformando al personal y sobreinterpretando cada detalle.

¿Pero de qué coño trata este fanzine, Pol Rodellar? Vamos a ver, el tema no importa, es el amor con el que se pregona lo que realmente hace que este fanzine destaque de entre todo el mar de grapas. Pero bueno, si insistís: el fanzine trata sobre esa serie de los noventa llamada “Búscate la vida”. Lejos de reivindicar una época televisiva pasada, este grimorio “solamente” quiere resucitar un producto olvidado y necesario, incluso puede que más que esta serie, realmente quiera sacar del olvido esta forma tan bella y auténtica de hacer y leer fanzines.