Esta es la cuarta y última entrega de la tetralogía sobre nadie-sabe-exactamente-de-qué-coño-va esto de Irkus (M) Zeberio, un conjunto de reflexiones ilustradas sobre El Hombre Unidimensional de Marcuse, la teoría del Bloom de Tiqqun y la modernidad líquida de Bauman.

Por lo general Irkus nos muestra un telar donde podemos apreciar el devenir de un mundo (Europa) durante distintas coordenadas espacio-temporales, en las que la idea de humanidad se desintegra y se reconstruye constantemente, víctima de monstruosidades que bien podrían encarnar el capitalismo y que chocan de frente con las ideas y los mitos. Todos los personajes cobran vida a través de formas superheroicas que nos pueden recordar al trazo de John Romita Jr., y que, por lo tanto, nos enlazan directamente con el origen de los nuevos mitos populares —los superhéroes—, invocados por el mismísimo pincel de Jack Kirby, del que Irkus —en esta ocasión— es un evidente —y merecido— sucesor. Con esto me refiero a que estéticamente se nos presenta esta odisea como un producto fácil de entender, a la vez que imposible, como los cómics de superhéroes o las películas de estudio (¿puede ser que haya cierto guiño a Metropolis?).

Con toda esta mierda lo único que intento decir es que no se entiende nada, pero los dibujos son brillantes y no existe nadie en Barcelona ni España que dibuje unos culos tan perfectos como los que hace Irkus, esos culos enormes que hacen que se me ponga la polla más dura de Europa, una y otra vez. Una y otra vez.

El fanzine ha sido autoeditado por el propio Irkus e impreso en su taller, MEDALARISO, con una imponente tinta roja que impregnará cada pliegue de tu cerebro.