Especial Chris Knox.
De Haz

Haz lleva haciendo fanzines desde tiempos imposibles de recordar por el ser humano, y siempre manteniéndose en la más pura autenticidad del género, tanto a nivel formal como de contenido. Manchas y Ruido es un auténtico corta-pega-grapa, cosa que lo dota de un anacronismo celestial, pues bien podría ser un fanzine de hace cincuenta años o así. Pero esto no es todo, Manchas y Ruido se remonta a ese tiempo en el que los fanzines realmente eran fanzines, publicaciones auto-editadas de fans que hablaban de sus ídolos y de las cosas que les apasionaban desde un punto de vista absolutamente subjetivo y personal, un viaje íntimo hacia las pasiones de un individuo, un cuadro autobiográfico, un diario. Evidentemente me vienen a la cabeza Suburbio de Naxo Fiol o el fanzine Miguel – Escupe al alcalde de elreydespaña, referentes maravillosos, por supuesto.

Este número de Manchas y Ruido es un monográfico (por decirlo de alguna forma) sobre Chris Knox, una de las personas más interesantes del panorama musical de Nueva Zelanda. Ya sabéis, Flying Nun, Tall Dwarfs, Toy Love y todo eso. Haz revisa parte de la biografía y de la discografía de Knox, e incluye algunas de sus más memorables declaraciones. Pero, indistintamente de si el lector conoce estos laberintos sonoros o no, el fanzine atrapa porque está hecho desde la más extrema sinceridad y desde el más bello amor. Te arranca de donde estés y te inyecta unas ganas infinitas de querer descubrir todas estas personas y discos que rodean la figura de Chris Knox, precisamente porque está escrito desde el punto de vista de un fan, de alguien que vive apasionadamente lo que escribe.

Dejadme copiar aquí una de las grandes frases que escribe Haz sobre este músico: “[Chris Knox es] la honestidad y la determinación por encima del glamur y del plástico”, y esto es Haz exactamente, en su música, sus dibujos o sus fanzines, un maravilloso despliegue de honestidad que huye de todo artificio. Diez sobre diez.