A los 12 años vi The Royal Tenenbaums y soñaba con ser igual de misteriosa que Margot, el personaje de Gwyneth Paltrow. En aquel entonces, encontrar películas de “las raras” que me gustasen era un reto gordo – especialmente en un pueblo sueco limitado a una triste sala de cine que daba, como mucho, una película (mala) cada dos semanas.

Hoy en día ya no tengo que ir a la biblioteca para alquilar películas físicas en VHS o DVD como hacía en mis días de niña friki, sino, por suerte, basta con compartir los dígitos de mi tarjeta de crédito con una de las muchas plataformas de streaming.

Pero ojo. Esta abundancia de contenido pronto me llevó a otro problema; el no poder escoger. Esto incluso ha dado nombre a un fenómeno llamado “Natflix” donde básicamente no puedo dejar de hacer scroll en una plataforma como Netflix y acabo mirando trailers durante dos horas hasta que me duermo en el sofá.

Pero por suerte Filmin, la plataforma española creada para los amantes del cine (más que para los amantes de la Casa de Papel), se lanzó en 2010 para ayudar a personas neuróticas e indecisas como yo. Ahora cuentan con más de 15,000 titulos categorizados en colecciones tan maravillosas como “ellas y el sexo” y “brujas, más que brujas”.

Hablamos con José Antonio de Luna, el cofundador y director de negocio de Filmin sobre lo que les diferencia de gigantes como Netflix, cómo la pandemia les ha hecho correr a dos mil por hora, y sus aspiraciones de tal vez, algún día, ganar un Goya.

¿Aparte de lo obvio – vuestra apuesta por el cine independiente y europeo – qué os diferencia de las grandes plataformas?

Una diferencia fundamental es nuestra manera de trabajar, cómo planteamos la experiencia para el espectador donde editorializamos todos los contenidos e intentamos contextualizar todo lo que la gente ve. Queremos que el usuario no solo disfrute viendo una película o una serie, sino también con toda la información que hay alrededor.

Una cosa que siempre decimos es que nuestros algoritmos tienen brazos y piernas – apostamos por una relación un poco más personal, algo más parecido a lo que hacían los buenos videoclubs de antes que conocían a sus clientes y les recomendaban qué ver.

Uno de los grandes problemas en los servicios de suscripción es que hay tantos contenidos que lo difícil es encontrar lo que quieres ver. Entonces – como no tenemos mucho dinero – hemos tirado mucho de creatividad, buscando formas de conectar mejor con el público haciéndole más fácil las búsquedas, ligar el contenido con la actualidad, o crear colecciones específicas y canales concretos para festivales de cine. Creo que hemos conectado de una manera diferente con un tipo de público que buscaba algo más.

¿Cuál dirías que es vuestra mayor competencia, una plataforma mainstream como Netflix, o otra plataforma enfocada al cine independiente como MUBI?

No competimos ni con Netflix, ni con HBO, ni con Amazon. De entrada porque vamos a segmentos de públicos diferentes – en algunos coincidimos, obviamente, pero ellos tienen la visión de un mercado mucho más generalista. Nuestra visión es mucho más de nicho y de hecho nosotros estratégicamente nos vemos como un complemento a estas grandes plataformas porque obviamente es imposible [competir]… es un juego que no tiene sentido.

Y justamente nuestro hueco es este – ver lo que no ofrecen ellos y complementar esta oferta de tal manera que si hay un espectador muy muy cinéfilo, probablemente estará suscrito a varias de estas plataformas, y además tendrá Filmin para poder ir un poquito más allá. Con nosotros podrá ver un catálogo un poco más extenso y jugar más con los clásicos, o incluso ver series diferentes que difícilmente verá en estos grandes portales.

¿Cómo decidís las colecciones? ¿Montáis una fiesta delante de una pizarra y os ponéis creativos?

Ahí siento decirte que no te voy a desvelar cuál es nuestro secreto, pero sí que te puedo decir que tenemos un equipo editorial muy grande que está dirigido por uno de los tres co-fundadores, Jaume Ripoll. De hecho, es el equipo más grande de Filmin, por la importancia que nosotros le damos.

Ellos evidentemente tienen sus dinámicas de brainstorming y de creación. Se reúnen todas las semanas y están hablando a todas horas, todos los días, por lo cual sí que hay un proceso creativo tremendo. Pero son bastante discretos – no te creas que cuentan mucho. Se les ocurren ideas absolutamente sorprendentes, y bueno, allí está el resultado.

Este año Netflix, como productora, tuvo 36 nominaciones a los Óscar. ¿Qué planes tiene Filmin en cuanto a producir su propio contenido?

Hemos producido ya y en noviembre lanzaremos nuestra primera serie llamada Doctor Portuondo [basada en el libro del mismo nombre escrito por Carlo Padial]. Obviamente nosotros no tenemos ni la capacidad de inversión que tienen estos grandes grupos ni podemos aspirar a esto, y tampoco lo pretendemos. Lo de producir obviamente es algo que siempre nos ha apetecido y la intención es poder ir haciendo cosas. Yo creo que sí que hay que tener claro que cada vez las grandes plataformas se parecen más a los estudios clásicos de Hollywood y los estudios clásicos de Hollywood están intentando parecerse más a las plataformas, lanzando sus propios servicios [de streaming].

¿Cuál es la «secuela” más gorda que ha dejado la pandemia sobre Filmin como proyecto, sea buena o mala?

Sobre todo, ha acelerado el crecimiento que nosotros veíamos, que se ha comprimido. En muy poco tiempo nos hemos visto obligados a adaptar toda nuestra plataforma a una demanda que de repente ha crecido muchísimo, y nos ha ayudado a darnos a conocer. Cuando la situación se normalice creo que volveremos otra vez a la velocidad normal de [crecimiento de] las plataformas, teniendo en cuenta que ahora obviamente hay muchos más hogares y consumidores que nos conocen. Básicamente lo que ha hecho la pandemia es obligarnos a correr un poco más durante estos meses.

¿Si tuvieras que nombrar una cosa que te hace ilusión hacer con Filmin en los próximos cinco años, qué sería?

Pues ahora me has matado. Bueno, me gustaría seguir trabajando en Filmin durante los próximos cinco años, me haría mucha ilusión, la verdad. Que Filmin siga adelante y creciendo, esto sería una buena demostración de que lo hemos hecho bien y confío en que así será. Pero te voy a decir otra cosa. Me encantaría que de aquí a un par de años nos dieran el Goya a la mejor película por una película producida por Filmin.