Hace poco alguien me comentaba el tipo de proyectos que se hacían en galerías décadas atrás, cuando el carácter institucional que define gran parte del arte contemporáneo era cosa del futuro. Un futuro que, como tantos otros, ya tiene una larga historia. Sin embargo, dentro de esa historia siempre por escribir que es el pasado (no tan) reciente, muchas galerías han funcionado como pequeñas instituciones con sus grandes momentos de gloria. Momentos que, vistos en perspectiva, provocan esa característica nostalgia por el pasado que define nuestra época. La fotografía digital, con su empacho de filtros, es un buen ejemplo de ello. Otro sería el extraordinario aumento de las tiendas de ropa de segunda —y tercera— mano en los últimos años.»A veces aparecen momentos singulares en los que uno está bastante satisfecho con el presente de las cosas, como sucedió recientemente con el Gallery Weekend de Barcelona»

Se me ocurre que quizá, dentro de varias décadas, los seres humanos del futuro pensarán de nuestra época que era mucho mejor de lo que es la suya, que nuestra capacidad de acción era mucho mayor porque todo estaba por hacer. Este es un sentimiento bastante extendido en arte. Sin embargo, a veces aparecen momentos singulares en los que uno está bastante satisfecho con el presente de las cosas, como sucedió recientemente con el Gallery Weekend de Barcelona. Dejando de lado las críticas en torno a la existencia de franquicias (el Gallery Weekend también tiene lugar en otras ciudades), aquellos cuatro días de intensidad artística fueron bastante satisfactorios. Por el arte, pero también por el tour gimnástico de recorrer la propia ciudad de un lugar a otro en busca de la obra de arte escondida. Casas abandonadas, bibliotecas freudianas, selvas urbanas, seminarios geológicos y casi todas las galerías de la ciudad se pusieron de acuerdo para hacernos experimentar el lunes siguiente otro tipo de resaca, aquella derivada de la combinación entre el excesivo funcionamiento de las neuronas y múltiples conversaciones al mismo tiempo y a medias.

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Recomendamos visitar la exposición de Francesc Ruiz en la Galeria Estrany-de la Mota, Passatge Mercader 18 abierta hasta el 05.12.2015. Martes a viernes de 10.30 a 19.00 h y sábados de 10.00 a 14.30 h.