receta-ingredientes-a-tu-bolaEn la aventura de este mes no esperen grandes sorpresas o giros de guión shyamalianos en la elaboración de la receta. Este bloguero es ciertamente inepto para algunas cosas pero en otras se defiende y si bien el Okonomiyaki fue un reto de proporciones bíblicas el reto de A tu bola para conseguir unas “albóndigas” dulces de boniato y patata era mucho más factible. Por eso mismo salió algo peor.

En esta ocasión los ingredientes eran más asequibles y me planté en el súper de la esquina con la intención de conseguir todo lo necesario aunque el hinojo se me resistió y no pude agregarlo a la resultona composición final. En todo caso, ¿qué es el hinojo? Pues eso. No hubo risas ni miradas burlonas esta vez al pedir los ingredientes, con lo que mi confianza no se vio mermada ante el reto. Un refuerzo positivo antes de empezar ante el pensamiento de estar delante de una receta menos compleja. Pero no valoré el peligro del ingrediente principal… Más tarde volvemos a esto.

Lo necesario para elaborar la receta se dividía en tres partes: elemento principal, bolas, a base de boniatos, patata, cebolla y champiñones; ensalada de col (lo siento, le di el toque de color utilizando lombarda), manzana e hinojo invisible, y por último la salsa a base de mayonesa, ajo, el zumo de dos limas y cilantro. La verdad es que la salsa si bien no acabó como debiera por quedarme demasiado líquida, es una composición más que top que recomiendo de forma libre para cualquier otra ocasión señalada.

Con los ingredientes en la mesa, me puse manos a la obra. Y llegó el conflicto. ¿Qué diferencia un boniato de una batata? ¿Es lo mismo? ¿Son cosas diferentes? ¿Qué se vende en los food trucks castañeros? Si ya saben la respuesta es que son muy listos, pero lo peor es no saber cocinar al diablo naranja con forma de patata cabreada e introspectiva. Los pelé a conciencia, pero no visualicé el problema que se presentó más tarde. Hebras. Miles. Leñosas. Ramas nerviosas en la superficie del boniato pelado, hervido y convertido en puré. Al parecer debía haberme fijado en que la superficie demandaba una limpieza más profunda, pero no lo vi. Y el conjunto bolístico se resintió al final porque a nadie le gusta comer hebras e ir encontrando desagradables elementos alargados en boca. Un poco desastroso y error de novato no comedor de boniatos. Herví la patata y los boniatos e hice la cebolla y champiñones en una sartén. Al acabar de hervir hice un puré con todo y lo mezclé con lo que había en la sartén. Añadí pan rallado, sal y pimienta y removí. Ya tenía mi mezcla preparada para hacer las bolas. Una vez hechas pasé por pan rallado para poder freír en aceite abundante y así terminé de darles forma y color. En paralelo preparé la ensalada de lombarda y manzana y la salsa a base de mayonesa, lima, ajo y cilantro. Creo que me pasé de zumo y quedó excesivamente clara. Otro error. Pero muy buen sabor.

Finalmente saqué las bolas del aceite, escurrí y monté el plato. Ensalada, bolas y salsa. Bolas muy bien de gusto aunque me quedaron algo blandas porque la consistencia del boniato es bastante así y el tema de las hebras no ayudaba a una correcta ingesta. En todo caso creo que el plato quedó digno para Instagram y no quedó ni una de las bolas que con tanta pasión había preparado. Aquí no se perdona nada, que cuesta mucho cocinar y que las cosas salgan bien.

Y como el mes pasado, David Valdivia visitó el restaurante para zamparse la receta auténtica. Podéis leer el resultado esta tarde en bcnmes.com