A finales del año pasado se celebró el Ajedrez magistral Ciudad de Barcelona, que tuvo lugar en el Gran Casino de Barcelona, justo mientras yo perdía gran parte de mi patrimonio jugando al póker. Desde entonces recuperé mi antiguo fervor ajedrecil y mi latente pasión por este noble deporte que, dicho sea de paso, acaba de sufrir un terrible hachazo, con el recorte de un 60% en las ayudas de la Generalitat a las federaciones catalanas. Aquí va una alternativa para iniciar el camino a Gran Maestro.

Antes de entrar en Matrix debemos solucionar el problema que supone discriminar entre Chrome y Firefox. Una vez dentro el universo se ramifica y te conviertes en Neo, sólo que de algún modo sabes que todos los demás también son Neo. Hay una infinidad de lugares virtuales en los que podrás competir contra estos elegidos, en disciplinas tan variadas como el póker, el parchís, el remigio, el ajedrez o el cibersexo. Aunque pasaremos la mayor parte del tiempo en la última categoría, también podemos dedicar horas laborables al ajedrez y ejercitar nuestras habilidades competitivas sin dejar de ser retribuidos por ello.

Tras fracasar en diversos ámbitos me dispongo actualmente a labrarme un mal pasado futuro en el ajedrez online. Para ello retomé la actividad de mi avatar digital y jugué unas 7000 partidas en las diversas variedades, estas son algunas de mis conclusiones, que pueden resultaros muy útiles teniendo en cuenta el enorme tirón que la disciplina está adquiriendo, destinada a sustituir al botellón de los viernes por la noche.

1) Ya es tarde para ser un niño prodigio. También es tarde para ser un niño, e incluso para ser un prodigio.

2) Los canadienses insultan más que el resto. Muy importante: hay que desactivar el chat cuando te enfrentes a uno, ya que intentará minar tu moral a base de denigrar tu, por otro lado mejorable, sentido estratégico.

3) Prueba distintas modalidades, partidas a 10 minutos, partidas a 5, partidas a 3 y partidas a 1, e incluso por correspondencia, en las que tienes unos 3 días de media por movimiento. Aunque parezca absurdo, puedes ser malo en una y bueno en otra. Las probabilidades de empatar contra el Barça a 10 minutos son mucho mayores que a 90.

4) Nunca juegues con tu Smartphone. Si se va la cobertura perderás unos valiosísimos puntos y el rating es lo más importante del mundo. Amo el rating por encima de todas las cosas.

5) Elige bien tu nombre de usuario. Esto es una batalla mental. Empieza a infundir respeto desde el primer momento. Siempre que he jugado contra IWillDestroyYOU he perdido como un ciego-sordo-mudo en el Bingo.

6) El ajedrez es un deporte complicado, pero hay muchas aperturas y movimientos básicos que pueden automatizarse si estudias sesudamente. Por ello aconsejo jugar también contra ratings menores, ganarlos, creer que eres bueno y olvidarse de esto.

7) Aprende a soportar la derrota. Como esta es una lucha entre mentes, puedes pensar que eres subnormal si pierdes, o superdotado si ganas. Nada que ver, el ajedrez tiene su propio tipo de inteligencia y no determina tu innata capacidad global. Repítete esto tras cada derrota hasta creértelo.

8} Nunca uses el ajedrez para ligar. Sé que es tentador, pero piensa que si ganas quedarás mal y pensarás que tu futurible novia es boba, y si pierdes no soportarás la idea de estar por debajo en la relación, cediendo indefinidamente las riendas de la misma y siendo manejado como un títere por su mente superior. Imágenes de ti mismo planchando, fregando suelos, o tendiendo la colada te sobrevendrán hasta enmugrecer el idilio que marchaba sobre ruedas hasta su llegada al tablero. Haz lo que esté en tu mano para evitar enfrentarte a ella y al cruel destino.

9) Vas a poder jugar al ajedrez hasta en el asilo, o sea que tómatelo con calma. Márcate pequeños retos, como llegar a 1400 y luego vas subiendo. Abandonar es de cobardes. Por cierto, si no llego a 1600 este mes lo dejo.

Bueno, como conclusión aconsejo a todos que os metáis de lleno en este trepidante mundo que rivaliza con los Sudokus en el plano del entrenamiento mental. Tras unos meses os notaréis mucho más ágiles y despiertos, aunque más gordos y solitarios. El gran plan de las cosas se revelará por arte de birlibirloque y las neuronas bailarán reggaeton en vuestro córtex. Además sólo ocupa una pestaña en vuestro navegador preferido, o sea que podéis alternarlo con esas páginas para adultos que lucen entre vuestros favoritos. Amén y jaque mate.