3/5/1986 – El Periódico

La policía destapaba una red internacional de tráfico de cocaína. Pero lo mejor de la noticia es que se distribuía “exclusivamente en círculos próximos de la jet set catalana y entre gente del mundo del espectáculo”. Se detuvo a dos agentes artísticos que llevaban a músicos como Manzanita, Parrita o Josep Maria Bardagí, encargados del menudeo en el que incluían a trabajadores de sus empresas, como la secretaria de uno de ellos. La investigación fue muy complicada porque la banda usaba sistemas de pago y distribución muy sofisticados: la droga salía directamente de Colombia en vuelos regulares a Lisboa, donde el control de estupefacientes no estaba “tan evolucionado como en otros países europeos”. Después llegaba por correo a Barcelona y de ahí a sus consumidores en las discotecas de la zona alta. Los locos 80.

15/5/1986 – La Vanguardia

No era el 15M; era mucho más impactante. Los estibadores —los trabajadores que se ocupan de colocar las cargas en los barcos— de Barcelona sacaron las carretillas y las grúas y las plantaron en el Portal de la Pau, para protestar contra la reforma de la Organización de Trabajadores del Puerto. Cerca de dos horas duró el caos de tráfico que provocaron, porque no querían quedarse fuera de la OTP, que pretendía borrarlos de su censo. Con todas las garantías laborales, claro, tachadas de un plumazo.

23/4/1986 – El Periódico

La Junta del templo de la Sagrada Familia decidió encargar a Josep Maria Subirachs acabar la fachada de la Pasión. Para él, se trataba del reto más importante de su vida y lo asumía “con pasión y miedo”, valga la redundancia. Para estar más cerca de la obra, Subirachs se fue a vivir a su perímetro y así, “asumirla intensamente”. Lo distintivo de este paso es que por fin se incorporó a una personalidad al proyecto, que se atrevió a no copiar, sino a crear en base a su manera de ver la vida y la obra de Gaudí.