La cerveza sube y a nosotros nos entra la bajona…
👉 A finales de año, Esperanza Escribano ya nos explicó que en 2021 los alimentos en España se habían encarecido un 5,4 %, un punto más que en la media europea. Si esto ya nos tenía angustiados cada vez que íbamos al super, fijaos en esto: El 4 de enero, la cebada, el maravilloso cereal del que deriva la cerveza, en nuestra ciudad se vendía a 294 € la tonelada, la semana pasada, a 385 €, según la Lonja de Cereales de Barcelona. Y lo peor es que está en bajada, después de una subida alucinante las semanas posteriores al inicio de la guerra de Ucrania, llegando a costar 410 € la tonelada. Entre esto y la huelga de transportistas, las birras postcurro empiezan a peligrar. Y si a nosotros nos fastidia, imaginaos a la hostelería, donde la cerveza puede suponer hasta el 25 % de la facturación de los bares y hasta el 40 % de los restaurantes con menos de 10 empleados, según Cerveceros en España. Os diría que nos vamos a quedar a pan y agua, pero el trigo lleva subiendo desde el mes pasado, así que por si acaso solo os deseo una feliz semana.
Eso de construir las vías al lado del mar
👉 El lunes tuvieron que cortar la R1 (la Renfe que todos los barcelonins hemos usado o para ir a la playa o para ir a Cocoa) porque el oleaje estaba desprendiendo el terreno que sostiene las vías. Sí, la R1, la misma que el temporal Gloria también destrozó. De hecho, en 2020 Renfe-Adif invirtió 8,5 millones de euros y diez meses en cubrir con cemento los pilares de la nueva infraestructura a unos 40 metros de profundidad para darles más solidez (teóricamente). El Colegio de Geólogos de Cataluña ya ha advertido de que la erosión del mar de nuestro amigo el cambio climático se comerá las vías tarde o temprano, por lo que es urgente trasladarlas (y un alivio para los vecinos de los pueblos costeros). Pero de momento solo es una opción a futuro. No sé por qué debe ser que un 71,4 % de los catalanes, según la última encuesta Òmnibus, cree que los trenes los debería llevar únicamente la Generalitat (aka sí rotundo a los ferros).
