viento-dLos Cuatro Presidentes (el Charlatán, el Fachendoso, el Pelele y el Pasmado) están cenando con el Grey en un restaurante de la capital, Madif, reputado por sus huevos estrellados. Se trata de un encuentro informal para debatir sobre el estado de la nación.

“Estoy peleando duro para aprender inglés. Le dedico tres horas a la semana y luego voy por ahí practicando en aviones y coches”, dice el Pasmado. El Pelele, con restos de pan y huevo en los labios, responde: “My english is very bad”. “It’s very difficult, sí… todo esto”, sigue el Pasmado. “Yo nunca he aprendido inglés. Yo nunca he aprendido nada”, dice el Grey y se mete un copón entre pecho y espalda.

Entonces, interviene el Fachendoso enarbolando una barrita dietética: “A algunos les encantaría haber salido en la foto de las Azores. Fue el momento histórico más importante que ha tenido Extraña en los últimos 200 años”. “Tú y tu maldita guerra y tu maldito Beorge Gush”, dice el Pasmado. “She is my friend. El otro día, en Canadá, en la cumbre del G-8…” Siempre con lo mismo. El Grey ya no puede más y saca el látigo: “¿Por qué no te callas?”.
Al Fachendoso nadie le dice lo que tiene que hacer, ni cuándo bebe vino ni cuándo juega a paddle. “Mire usted, si algunos dejaran de matar elefantes y acostarse con elefantas, este país no me estaría llamando a gritos.” “De Corinna, ni palabra”, zanja el Grey. “Jejeje… Todo es falso, salvo alguna cosa”, dice el Pasmado guiñándole un ojo al Grey, que vacía la botella en su copa.

[quote align=»left»]“Yo nunca he aprendido inglés. Yo nunca he aprendido nada”, dice el Grey y se mete un copón entre pecho y espalda.El Charlatán asiente y sigue atiborrándose con jamón de Guijuelo como si el mundo fuera a acabar mañana. Pero lo que se acaba es el jamón. Pide más al camarero, pero este se lo niega.
“¿Qué? ¿También hay recortes con el jamón?” El Pelele da un respingo y repite de forma automática: “Miente como un bellaco quien diga que hemos hecho recortes. Y menos en Gas Natural, Extraña está en la Champions League de la economía”.

“Ya tal”, confirma el Pasmado. “El que miente como un bellaco es el Coletas: no ganará la izquierda, ganará la gente. Al pan, pan, y al vino, vino, como Dios manda.”

“Yo soy el milagro”, suelta el Fachendoso. “Ya empezamos, que no estamos en la CNN…”, masculla el Grey, algo más que chisposo. “Ese Coletas tiene algo”, dice el Charlatán atacando el plato del Fachendoso, que ni lo ha tocado. “Me recuerda a mí cuando dije que si me votaban no entraríamos en la OTAN. Qué buena canción, la de Javier Krahe, por cierto. Lástima que tuviéramos que fusilarlo, por consiguiente.”

Entonces el Grey se siente indispuesto y expulsa un sonoro y prolongado eructo en el que se puede distinguir: “Yo también soy republicano”. Todos ríen.

“Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir.”