Barcelona lanza Plan de Movilidad, incorporando el 84 % de las enmiendas de asociaciones vecinales. Básicamente, en casi todas las calles se limitará la velocidad de los coches a 30 km / h, se estudiará que las motos paguen por aparcar, se ampliarán aceras y carriles bici. Aunque para movilidad la de los refugiados ucranianos: el Ayuntamiento ha atendido a 17.100 personas desde el inicio de la invasión rusa y 335 han pasado por los servicios laborales de Barcelona Activa. Los mercados municipales rebajarán el precio de al menos dos productos frescos cada jueves desde el 14 de noviembre. Otra manera de abaratar costes sería que las gasolineras declararan la guerra de precios, como ya hizo Esclat en Osona hace hoy 27 años. Hablando de pobreza y precariedad: el crack vuelve al Raval y ya se cuentan 60 narcopisos. Estos ojitos vieron el martes a un hombre joven prepararse un pico a las 2 de la tarde en c/ Reina Amàlia, la calle que más pisos para la droga ha tenido desde 2017. Menos mal que siempre nos queda la esperanza en forma de las 20.000 personas asistentes a la Biennal de Pensament. Y un bonus de dignidad: el Ayuntamiento ha celebrado por primera vez el Dia Internacional d’Agraïment al Personal de Neteja. Yo no me perdería el relato de la tercera trabajadora.