La asociación que organiza el Mobile World Congress, GSMA, nos ha despertado hoy con un bonito comunicado: Barcelona le ha propuesto seguir acogiendo el súper congreso, por lo menos hasta 2023. El contrato actual vencía en 2018 y el Ayuntamiento de Xavier Trias, con el apoyo de la Generalitat, el Ministerio de Industria, Turisme de Barcelona y otros, pide una prórroga de cinco años, dado el exitazo.

Exitazo como el de la Boqueria y de la misma manera, según se mire. En cifras, ambos lo petan. En calidad, ya es otra cosa. El Ayuntamiento ha puesto en marcha -nota: queda un mes largo para las elecciones municipales- una regulación con la que prohíbe el acceso a grupos de más de 15 personas los viernes y sábados hasta las 15h. Los comerciantes del mercado llevaban años pidiendo que se regulara el acceso de los turistas, porque espantaban a los clientes regulares que son los que verdaderamente se dejan la guita. Un reflejo de lo que ocurre en toda la ciudad. La diferencia está en distinguir quién se da cuenta y le pone remedio. Trias se ha acordado ahora de una reclamación casi histórica. Del éxito o fracaso de sus objetivos con la medida, pronto sabremos el resultado.