vanguardiaEn estos instantes, la portada de La Vanguardia es todo un poema. Si juntamos en un vaso los resultados de las municipales, el nuevo eje que se ha creado detrás de éstos entre nueva y vieja política y una sociedad hiperinmediata, nos da este infarto.

Titular grande: Ada Colau dice que Trias le ha dejado «bien claro» que ella será la próxima alcaldesa. Al lado, otra noticia lleva por nombre «Trias estudia ser alcalde otra vez con ERC y PSC». ¿En qué quedamos? En seguir liándola, porque debajo, Bosch declara que descarta pactar con PP o C’s contra Colau. Esto quiere decir que poner a Trias de alcalde otra vez no le parece tan mala idea. Y por su cuenta, el PP, al que de momento nadie invita a la fiesta -aunque Trias ya ha ido soltando por ahí que igual sí, que se suman también con ellos porque entre tres ni siquiera llegan-, dice que no quiere independentistas en un pacto contra Colau. Para rematar, la última noticia de la portada resalta que Colau considera que si Trias fuera alcalde de Barcelona otra vez sería «un fraude de ley».

Lo único que podemos deciros es que un pacto alternativo de partidos sólo puede ‘gobernar’ si suma mayoría absoluta, que en nuestro Ajuntament supone tener a 21 concejales de acuerdo. Si Trias, que tiene 10, suma a ERC con 5 y a PSC con 4, se queda en 19. Así que necesita al PP, que sumaría sus 3 y, entonces sí, el cuatripartito podría ocupar el gobierno de la ciudad. Decimos ocuparlo, porque conjugar el verbo gobernar entre un partido conservador e independentista, uno independentista y progresista, uno progresista y constitucionalista, y uno conservador y constitucionalista, es bastante más difícil que conseguir comprender qué quiere decirnos esa portada de La Vanguardia.