A la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) la conocéis, pero, ¿qué es Blackstone? Según su twitter, «is one of the world’s leading investment and advisory firms». El arte de no decir nada. Con eso solo sabemos que es una empresa muy grande de capital privado. Pero bajando al lenguaje común, en el que nos entendemos todos, Blackstone es un fondo buitre.

¿Qué hace el fondo buitre? Compra viviendas en paquete a precio de saldo, en este caso a Catalunya Caixa, y busca hacer negocio con ellas; cobrar las deudas o revenderlas a un precio mayor. Las casas no están vacías, tienen vidas dentro: familias, parejas, trabajadores, estudiantes… personas. La PAH les acusa de subir precios, algo que el fondo niega. La realidad es que los desahucios han aumentado desde la compra, y el fondo, a diferencia de algunos casos de Catalunya Caixa, no negocia. No hay dación en pago ni alquiler social y es más, la PAH denuncia que Blackstone no está respetando esos acuerdos a los que algunos inquilinos habían llegado con el banco.

Paralizar un desahucio en el que el acreedor es un fondo buitre es mucho más difícil que si se trata de un particular o un banco. Nos hemos acostumbrado tristemente a la imagen del mosso protegido en plan antidisturbios para romper la cerradura de la casa de una familia que se resiste al lanzamiento. Ayer la PAH ocupó la oficina de Catalunya Caixa en Rambla Catalunya para protestar contra la venta de pisos a Blackstone. Los mossos, claro, los desalojaron después de horas. El banco, por su parte, se lava las manos. Pero Poncio Pilatos no sabe todavía a quién se enfrenta. Para muestra un botón: el pedazo de vídeo Braveheart que les lanza a la cara la plataforma.