Lejos del ideal de donar mensualmente una pequeña cantidad de dinero sin esperar nada más, Patreon se ha convertido en una plataforma en la que pagas una suscripción por tener más y más exclusivos contenidos, incluso personalizados de tus artistas favoritos.

¿Es esta la salvación de los creadores de contenido? ¿O estar al servicio de tus “mecenas” puede acabar matando la libertad creativa? Hablamos de esto y de más con Morbix, que lucha por vivir de la ilustración en un mundo lleno de memes gratis (e insultos aún más gratuitos).

¿Quién es Morbix? ¿Personaje o persona?

Morbix: La verdad es que nunca me he parado a pensar detenidamente quién es Morbix. Qué decepción de respuesta. Si analizo un poco por encima quién soy, qué publico y cómo lo publico, podría decir que Morbix es el canal por el que sale todo el chorro creativo de la persona que hay detrás de ese alias. Me considero, sin querer parecer narcisista, una persona imaginativa, creativa y con sentido del humor. Sumado a las ganas de experimentar y desarrollar, junto con un poco de gusto por lo estético, hace que el contenido final, ya sea un chiste, viñeta o story, sea Morbix.

¿Cuánto tiempo llevabas trabajando gratis (o cobrando demasiado poco) cuando decidiste abrirte Patreon?

Morbix: Podría decirse que empecé cuando abrí mi página de Instagram en 2015, porque en ese momento ya generaba un contenido muy continuo y de calidad. Ya tenía muchas ganas de crecer, no era eso de hacerme la cuenta y subir dos dibujitos al mes. Entonces estamos hablando de seis años, pongamos cinco con un nivel ya bastante profesional, hasta que decidí abrirme Patreon. Ahora miro la vista atrás y me parecen muchos.

¿Fue el dinero lo que te hizo lanzarte al mundo de las suscripciones y los contenidos exclusivos?

Morbix: La verdad es que me hice Patreon cuando descubrí Patreon, sin más. En ningún momento me abrí la cuenta pensando que así me podría ganar la vida con mis contenidos. Pienso que para conseguir algo así tienes que tener ya una comunidad muy grande en redes y yo no la tengo. Pero si pensé que ganar un dinerillo extra me ayudaría a valorar más mi trabajo y a sentir que hacerlo tiene un sentido, es decir, que me motivaría a continuar con la creación de contenidos.

También pienso que me influyeron las exigencias del público. Quiero decir, decides empezar a publicar en tus redes sociales, porque te permite crear y mostrar tu arte o contenido gratuitamente, pero eligiendo tú el qué y cómo. Además de llegar a personas predispuestas a ver lo que tú quieres crear, sin pedir nada a cambio.

Pero a veces sí que lo piden. Que si esto no deberías subirlo, que si me aburre tu contenido, que si podrías subir algo más de esto, que si ahora te insulto… Y ahí ya te calientas, porque ya bastante tenemos con que a nivel profesional no valoren lo suficiente nuestro trabajo. Entonces, ¿quieres ver más de mi contenido? Apóyame. Y una de las plataformas para hacer eso es Patreon.

¿Estamos demasiado acostumbrados a la política “todo gratis” que nos lleva vendiendo Internet una década?

Morbix: Por supuesto. Y va más allá, no solo queremos contenido gratis, sino también rápido. De hecho, pienso que gran parte de mis seguidores se han sentido un poco decepcionados, o incluso me han dejado de seguir, desde que he empezado a publicitar Patreon y los contenidos que subo allí. Eso o Instagram me está castigando, que también puede ser.

Pero creo que las cosas están cambiando digitalmente, sobretodo entre la gente joven, lo que pienso que es muy guay. Hay creadores de contenido que arrastran más público que canales enteros de televisión. Y el público lo sabe, valora más y está más predispuesto a apoyar ese cambio. Si pagas Netflix, puedes pagar a ese stremear que todo su contenido te parece más que entretenido, incluso más que la mitad de la parrilla de una plataforma de cine.

Y, desde que abriste tu cuenta en Patreon, ¿ha habido un cambio notable en tus ingresos? Es decir, ¿has notado tus bolsillos más llenos últimamente?

Morbix: Bueno, más o menos unos 90 euros más llenos, o un 15% de mis ingresos, como prefieras enfocarlo. Como les digo a mis suscriptores, gracias a ellos y ellas me alimento, porque hago la compra del Lidl con el dinero que saco de ahí, euro arriba euro abajo. Pero no vivo de ello, para nada. Aún así, me parece una plataforma sana y muy gratificante, tanto para los suscriptores como para el artista.

En concreto, tu sigues en Instagram, en Youtube y en Twitch. Teniendo tanto Morbix gratuito, ¿por qué crees que pagan tus suscriptores?

Morbix: Al final, lo que la gente quiere a cambio es cercanía, que se sientan parte de lo que vas creando. Sin ir más lejos, hace unas semanas, los suscriptores de Twitch decidieron una frase para meter en el siguiente doblaje que hiciese. Y les hizo mucha ilusión. Luego vimos el doblaje juntos en primicia. No cuesta tanto dar a cambio este tipo de opciones.

Aunque obviamente no debería ser así, se debería pagar por cualquier tipo de contenido, genere cercanía o exclusividad o no. No sé, no porque conozcas al creador de las OREO irás al súper y te saldrán gratis ¿no?

La principal ventaja de Patreon es la exclusividad y la personalización de los contenidos. ¿Piensas que vamos hacía un mundo en el que todo estará personalizado (hasta el entretenimiento)? ¿Estamos destinados a una burbuja de felicidad personalizada?

Morbix: Yo creo que es inevitable. Los ricos ya no quieren ir a la playa donde va todo el mundo, quieren ir a su propia playa enfrente de su propia casa. Hay quien puede pagar a un cómico famoso para que venga a su cumpleaños y haga un show. Eso a pequeña escala se traduce en que habrá gente (quien pueda permitírselo) que prefiera que ver un vídeo sobre un tema que él ha escogido que ver un video genérico que cuelgo en mi Instagram o Youtube. Y si tienen el dinero para pagarlo o hacer una donación a cambio de eso, lo harán.

¿Por qué nos gusta individualizar algo tan universal como el humor?

Morbix: Probablemente porque hace ilusión, ¿no? Además, hay muchas más posibilidades de que te guste el contenido. Quiero decir, estás pagando para que personalicen un material para ti, lo tienen que hacer muy mal para que no rías. Entonces, de alguna manera, ganan las dos partes. Por un lado, uno cobra por hacer aquello que le gusta, con su estilo, y por el otro lado se disfruta de un contenido pensado especialmente para esa persona.

Pero claro, también tienes que saber cómo moverte para no convertirte en un esclavo de Patreon. Porque si de golpe tienes que crear contenido personalizado mensualmente y por cada persona que se suscriba, estamos en las mismas, creas demasiado por un dinero que no es el valor real. Tienes que saber moldear tu contenido para hacerlo personalizado y que no pierda valor de forma pública. Por ejemplo, uno de los beneficios de mi Patreon es salir representado en una de mis viñetas, una viñeta que voy a subir sí o sí a Instagram. Y pienso que es uno de los beneficios que más ilusión hace.

Quizás la pregunta clave es: con las suscripciones, ¿tus seguidores se han convertido en tus jefes? ¿O es que siempre lo han sido? Porque en Instagram y demás redes sociales, al final también estás al sevicio de los likes y los followers.

Morbix: Es mi contenido y soy mi propio jefe. Puedes hacer encuestas y ver las estadísticas para ver qué gusta más o qué interesa y moldear un poco tu contenido, pero basar tu trabajo en función de lo que un público, desconocido, te pida o exija, jamás. Si hay gente que de verdad quiere ser mi jefe, deben saber que un jefe paga (o debería hacerlo), y por eso doy la posibilidad de que en Patreon, por ejemplo, en uno de los niveles, puedas encargarme vídeos personalizados. Ahí sí, trabajo para ti si quieres. Porque el precio de suscribirse a ese nivel, es parecido al que yo cobraría por un encargo.

“Si por las vías convencionales no te llegan las oportunidades que necesitas, por qué no crear ese contenido para un pequeño grupo que aporta dinero y que incluso puede llegar a darte más dinero que el que conseguirías a través de una empresa”.

En estos casos sí, se convierten en mis jefes. Pero jefes que me dan toda la libertad del mundo y que me permiten ser yo mismo en todo momento, además del cliente que me gustaría ser si una marca o un medio me pide un proyecto. Si por las vías convencionales no te llegan las oportunidades que necesitas, porque no crear ese contenido para un pequeño grupo que aporta dinero y que incluso puede llegar a darte más dinero que el que conseguirías a través de una empresa. Es una manera de que el pueblo salve la situación de los artistas.

Los más morbixeanos pueden llegar a pagar para que les felicites el cumpleaños o les envíes un audio mañanero. ¿Exponer aspectos de tu vida personal da más seguidores? ¿Has tenido que cruzar alguna línea roja?

Morbix: Puede parecer sorprendente que alguien pague por algo así, la verdad. A mi también me sorprendería, de hecho. Porque no tengo absolutamente nadie pagando ese nivel de Patreon, todavía. Supongo que es por que cuando pagas ese precio, más elevado, ya no estás simplemente apoyándome, me estas pagando un encargo específico. Des de mi experiencia, lo habitual es tener a personas que se suscriben a pequeñas donaciones mensualmente y se quedan indefinidamente. Pero me consta que a otras personas con más seguidores les pagan incluso más para recibir una felicitación suya.

Aún así, a mi me haría feliz felicitar a alguien con mi estilo y con mi humor, al final sigo sacando a la luz mi marca. Yo en concreto me siento muy cómodo, lo veo muy sano. No hay ese punto de toxicidad o exigencia que puede haber en un encargo para terceros. Al final es gente que te quiere, que le gusta lo que haces y que te apoye, y que al final te pide cosas que te apetecen hacer.

Y por último, en un mundo ideal ¿cómo viviría Morbix de sus contenidos? ¿Tendría un Patreon distinto? ¿Un Instagram verdaderamente monetizado? ¿O ninguno de los dos?

Morbix: En un mundo ideal, Morbix viviría de lo que crea ahora mismo, gracias a sus mecenas, pero viviendo bien. Vendría a ser no tener jefe. Y si lo tengo, que me dé total libertad, la misma prácticamente que he tenido hasta ahora. Y si hablamos de mundo ideal, damos por hecho que se mantiene en el tiempo. Puestos a fliparlo…