Todos nos acordamos de lo divertidas que eran de niños las clases de manualidades. La profesora llegaba con vasos de plástico, pinceles, pegamento y un hilo y en menos de una hora cada alumno tenía su handmade culebra. Pero de adultos poca utilidad le vemos a un vaso de plástico a no ser que sea para… tener cerveza o algo similar.
De hecho, a veces incluso nos olvidamos de las tareas de personas adultas, como reciclar nuestro plástico doméstico o llevar una bolsa reutilizable al supermercado. La verdad es que somos tan malos con estas cosas que en España, en los últimos tres años, tres plantas recicladoras de plástico han cerrado sus puertas por falta de viabilidad, incluyendo la barcelonesa Artenius Green.
Sin embargo, ¡no todo está perdido! La solución puede estar precisamente en retomar el espíritu de las clases de manualidades… pero con otro grado de complejidad. El DIY 2.0 llega a Barcelona con el nombre de Precious Plastic, y está más cerca de tu casa de lo que te puedes imaginar. Tomás Díez, de FabLab, nos ha explicado todo.
“Precious plastic es un proyecto iniciado por el holandés David Hakkens. Son cuatro máquinas para poder convertir nuestra basura plástica en materia prima para poder hacer nuevas creaciones. Es un proyecto crucial para el futuro de las materias primas que está en las cosas que hacemos, y que hasta ahora depende de procesos extractivos sumamente perjudiciales para nuestros ecosistemas. Además, estamos llenando el océano y nuestra naturaleza de basura, y el plástico es de la que generamos en mayor cantidad; ve a un supermercado y compra comida, te darás cuenta de que compras más plástico que comida orgánica, no solo por su composición, sino por los empaques y bolsas.”
Y estas máquinas, ¿son tan fáciles de montar como un mueble de IKEA? Según Tomás, el procedimiento no tardará más de 8 semanas: “En el FabLab Barcelona estamos empezando a montar una de los primeros aparatos con nuestro equipo del FabLab. No sabemos cómo de fácil es el proceso, pero queremos tenerlas listas a mediados de junio”.
¿Y qué se puede crear con esta máquina? Sin duda, cosas más útiles que culebras. La Precious Plastic puede concebir “casi cualquier objeto que te puedas imaginar y que sea de plástico: juguetes, vasos, macetas, prótesis, joyas, fundas de móvil, monturas de gafas, etc. ¡Las posibilidades son infinitas!”.
Para Tomás, “estamos a las puertas de un cambio profundo o de un colapso trágico”. ¿Te unes al equipo de los impulsores del cambio? Sí, sí, internet te lo pone muy fácil: “Las piezas de la Precious Plastic forman parte de una lista de materiales que viene con cada máquina y que cualquier persona puede descargar en preciousplastic.com. David Hakkens ha documentado el proceso de construcción con vídeos muy divertidos que hacen que la construcción de cada una sea muy amena y divertida. Los componentes son bastante estándar: motores, relays, prensa hidráulica, perfiles de metal; solo hay alguna pieza que hay que cortar en un taller de metales, como las de la trituradora. Pero todo está al alcance de cualquier persona, y además muy barato: alrededor de 1000 euros por las 4 máquinas”.
¿Lo probamos?