[quote align=»center» color=»#999999″] Dottore Astur, ¿por qué eres tan crítico con los modernos cuando está claro que eres uno de ellos? ¿Es que para ser moderno hay que negar serlo? Maria, Barcelona

Querida María:

Puede que tengas razón en que para ser moderno hay que negar serlo. De hecho, desde cierto punto de vista, tienes mucha razón: lo moderno envejece muy rápido, por lo tanto, para disfrutar de aquello que lo sustituirá y tener los oídos bien abiertos es necesario no ser demasiado moderno y no cerrarse ni dejar que nada tan circunstancial como los gadgets que la historia pone a nuestro alcance nos impidan ver lo importante. Si entendemos la modernidad como estar a gusto en el presente y el deseo de aprender y evolucionar, que nada tiene que ver con las modas, pues es una actitud mental, desde luego soy muy moderno.

Lo único que yo critico de los modernos, y lo suelo hacer con respecto a los de peor calaña, con los borregos que forman el rebaño, es esa actitud tan absurdamente esnob en la que porque algo sea nuevo y supuestamente original ya es mucho mejor que todo lo anterior, que desconocen. Hay algunos modernos que me recuerdan a esos aldeanos que viven creyendo que su pueblo de mierda, perdido en el culo del mundo, por el simple hecho de haber nacido ellos allí, es el mejor y que nunca viajan sin una maleta llena de prejuicios. Muchos modernos son aldeanos de la historia que están convencidos de que su pequeño pueblo de presente, perdido entre siglos de tiempo, es el mejor de los posibles y no quieren saber nada de otras realidades. Hay en su actitud muchos complejos no resueltos; son como los nacionalistas, pero en lugar de defender su terruño ante ataques inexistentes, lo defienden del pasado: son nacionalistas del aquí y ahora. Y, como todo nacionalismo, viene a ser un modo de aceptar ser esclavos a cambio de sentirse protegidos.

Resumiendo; adoro la modernidad, pero no me gustan los que quieren convertirla en una frontera.

[quote align=»center» color=»#999999″] Astur, me consta que siempre has sido muy crítico con los artistas que miran más para lo que se hace en U.S.A. que aquí… ¿Eres facha? Andrés, Valencia

Mierda para ti, Andrés.

Con tu pregunta has respondido en parte a la anterior pregunta.

Yo no critico la inspiración de ningún tipo. Jamás. Esta puede venir de cualquier sitio y eso es fabuloso. Lo que critico y siempre he criticado son los complejos que nos impiden ver lo maravilloso que hay aquí, del mismo modo que lo hay en cualquier otro país, y nos hacen creer que todo lo extranjero, sobre todo si viene de U.S.A., es mejor.

Algunos medios de comunicación y ciertos intelectuales son el equivalente a los “afrancesados” que apoyaban a Napoleón en el siglo XVIII: quieren modernizar España con patrones extranjeros, y si se te ocurre objetar que es una actitud absurda, ofensiva y llena de complejos, desempolvan el cadáver de Franco y te acusan, sin dudarlo, de “facha”, como si para no serlo, que desde luego no lo soy, hubiera que pasarse al otro lado y avergonzarse de todo lo que huela a nuestro. Sinceramente, creo que este país necesita más cultura y modernidad, pero que esta empieza con unos buenos cimientos, desde lo que nos une; por un arte que mire al futuro pero que nos llegue a todos y todos podamos comprender; un arte nuestro que beba de muchos sitios pero que sea reconocible y que sea apoyado por nuestros medios. Exactamente lo mismo que hacen los americanos tan bien sin que nadie les critique por ello. Cada vez que leo a un autor español escribiendo como si tradujera a Foster Wallace o escucho a un grupo haciendo lo que Architecture in Helsinki ya han hecho mucho mejor, me pregunto por qué somos tan idiotas; por qué razón odiamos tanto nuestros orígenes como para dar la espalda a nuestros padres; por qué mordemos la única mano que nos puede dar de comer o defender de esos bárbaros de los que el imperio no tiene ninguna intención de protegernos.

Bien, Andrés, ya te he respondido. Espero no haber ofendido a nadie, creo que no hay razones para ello, pero como se dice en España: quien se pica, ajos come.