Hoy era el día para felicitaros el año nuevo -que todos sabéis que empieza hoy-, hacer propósito de enmienda y plantaros aquí una lista de lo mucho y bueno que vamos a hacer este año. Tendrá que esperar. A veces hay que dar pasos hacia atrás para dar algunos hacia delante. Pero resulta que hoy tenemos que retroceder hasta Primero de Derechos Humanos Básicos.

La libertad de expresión está por encima de todas las religiones. Eso incluye el derecho a reírse de Mahoma, o del profeta que nos dé la gana. Y del alcalde de Badalona, que mete a cualquiera con la piel un tono por encima del Pantone 465 en el saco de delincuentes a los que no se les debe dar ningún derecho.

El asesinato a sangre fría de 12 personas vinculadas al semanario satírico Charlie Hebdo, por, presumiblemente, meterse con el Islam, nos mata de asco y de repulsa. Pero no de miedo. Al revés. Las decenas de manifestaciones convocadas en toda Francia hoy, nos iluminan más que la luz de las pantallas y nos dan la razón. Quien se ofenda, que lea más. Y que nadie piense que el fanatismo sale ganando hoy. De nuevo al revés. Pierde y más que nunca. Le Monde y la radiotelevisión francesa ya han asegurado que pondrán todos sus medios a disposición de Charlie Hebdo para que el semanario se siga publicando.

Bolígrafos en el aire, que son siempre nuestra mejor arma. Nos vemos a las 19h en Plaça Universitat, en la concentración en apoyo a la publicación.

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