Arroz Negro. Un concurso para escritores e ilustradores de Barcelona. Se arrejuntan, se apuntan con un nombre de equipo y esperan a que nosotros les enviemos unas pautas en las que encuentran una temática, una frase a incluir en el texto y un elemento gráfico que el ilustrador debe colocar en su dibujo.

Este año celebramos la tercera edición del concurso y hemos de reconocer que se nos fue un poco de las manos la creatividad. ¿El lema? La lucha contra el monstruo. Pensamos que lo de los monstruos es una cosa muy personal. Queríamos saber contra qué lucháis vosotros.

La frase, “Me has conocido en un momento extraño de mi vida” era de Fight Club, porque aunque penséis que aquí fumamos en pipa y escuchamos a Wagner en verdad somos unos frikis de mierda.

Por último, el elemento gráfico. Un círculo vicioso. ¡A ver cómo coño dibujas ahora un círculo vicioso, campeón! Que si lo busco en Google, que si Google no me dice nada, que le he preguntado a mi cuñado y él tampoco sabe nada. Vaya putada para los ilustradores, pobres.

Y oigan, que es normal que cunda el pánico, que solamente les damos 10 días para que trabajen la idea y nos envíen el resultado. Pero hay que reconocer que lo hicieron bien. Joder, si lo hicieron bien, como que 85 equipos de los 110 que se presentaron enviaron cada uno su idea personal de la lucha contra el monstruo, el círculo y la maldita frasecita. Y nosotros y el jurado lee que te lee, mirando a ver si encontrábamos el vicio al círculo y disfrutando como enanos, tomando muchos cafés y debatiendo cada trabajo.

Pero esto ya se acaba. En esta edición encontraréis los 10 finalistas de esta tercera edición (corred a buscarla a estos puntos, impacientes) y esta tarde anunciaremos los 3 ganadores en la galería Visions, en Gràcia. Y hasta finales de diciembre podréis visitar la exposición con los mejores trabajos allí. Nosotros empezaremos a ponernos navideños, a preparar la cuarta edición de Arroz Negro y a pensar ideas locas y nuevos retos para proponeros. Si algo hemos aprendido de todo esto es que no hay que dejar de luchar, por grande que sea el monstruo.