El sábado, Xavier Trias acudió a la inauguración del nuevo Paral·lel y lo hizo de forma discreta. La plataforma Som Paral·lel denuncia que lo hizo «para seguir actuando al margen de los vecinos y vecinas». Mientras el alcalde se reunía en un bar con algunos de los impulsores de la reforma de la avenida, más de un centener de personas se manifestaron para protestar por la imposición de la remodelación. Para los vecinos, el consistorio está poniendo en práctica un modelo de barrio y de ciudad «que va en contra de lo que la gente quiere».

Trias se marchó en coche y declaró a la prensa que no eran los vecinos quienes le gritaban, «sino gente violenta ligada a movimientos extraños como los okupas y la gente de ‘Ciutat Morta'». Según Som Paral·lel, sus declaraciones demuestran «su incapacidad para entender el tejido asociativo de los barrios».

Otros vecinos descontentos son los que ocupan, gracias a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), el bloque de La Bordeta, en Sants. Agbar, la compañía que gestiona el agua en el Área Metropolitana (AMB), les ha cortado el suministro, como denuncia la PAH de Barcelona en este tuit.

Casualmente, la Oficina Antifraude de Catalunya, señaló la semana pasada que la elección de Agbar como socio privado de la AMB para crear la empresa mixta de agua de la ciudad «es cuestionable desde la correcta gestión de los intereses generales», como recoge el periódico Diagonal. La Oficina no ve que se haya justificado suficientemente la adjudicación directa de contratos públicos sin pasar por concurso. Es legal, pero se debe restringir a casos de carácter «totalmente excepcional» y no acaba de encontrar tal excepcionalidad en esta ocasión. El comunicado responde a la denuncia que la plataforma Aigua és Vida presentó en febrero del año pasado.