Esto no es irónico: a veces ser upperdiagonaler puede ser difícil. Bien, es cierto que uno no debe preocuparse por la hipoteca, la luz, el gas, o pagar el curso de inglés en el Colegio Británico. Más aún, también es cierto que además de no haberse de preocupar por las necesidades materiales, el habitante upper puede disfrutar de vacaciones de ensueño, de desayunos gourmet y de servicios financieros premium. Pero hay una contrapartida. Disfrutar de algo, especialmente cuando ese algo se limita a un grupo reducido de personas conlleva implícitamente un pesado saco de culpabilidad. Es incómoda la culpa, no te permite disfrutar plenamente. Una piedra en las Sebago o en el zapato de tacón, en jerga upper. Es por eso que, en defensa de lo estrictamente suyo, el Sindicato de la Moral UpperDiagonal (SMU en sus siglas) ha diseñado a lo largo de la historia un conjunto de relatos e instituciones que ayudan a borrar el rastro de su culpa. Nos imaginamos los folletos que el SMU manda a los domicilios del upper:
Argumentario político para defenderse de las patrañas de los rojos usurpadores

Resumen: el documento presenta tres ejemplos de cómo defenderse en posibles conversaciones que pueden darse con algunos habitantes del Lower Diagonal. Utilice los argumentos descritos sin pudor alguno y con el convencimiento absoluto de su veracidad.

  1. El trabajo. La idea es sencilla: si has llegado a desayunar un buen cruasán de sobrasada menorquina en la plaza Molina, siempre vendrá justificada por el esfuerzo del sudor de tu frente. Poco importa que hayas heredado la casa en la misma plaza o la compañía de los cruasanes. Todo lo que el upperdiagonaler posee no es producto del azar, sino el fruto de su trabajo. En resumidas cuentas: “Estoy donde estoy porque me lo merezco”.
  2. El perdón.Comodín. De herencia cristiana, el perdón divino tiene la capacidad de enmendar todos los errores sean voluntarios o involuntarios. Lo bueno del perdón es que es retroactivo. Frota la lámpara y di las palabras mágicas: “Perdón, Padre, porque he pecado”, y tus pecados desaparecen mágicamente. En el plano de lo simbólico no hay nada más efectivo. Garantiza efectos inmediatos de relajación y de curación de culpabilidad. Probado empíricamente durante siglos y siglos.
  3. La solidaridad. Categoría de contraataque. En caso de verse contra las cuerdas, no queda otra alternativa que pasar al ataque. El razonamiento es el siguiente: “¿Acaso si fuera una ‘mala persona’ donaría mi dinero para luchar contra la hambruna infantil en Mogadiscio? Ahora no entremos en el debate del origen del capital. Si realmente fuera ‘mala persona’ y solamente me preocupara por mi propio interés, ¿por qué doy parte de mi capital, conseguido a través de trabajo duro (categoría 1), a una asociación filantrópica del barrio del Raval? ¿Qué es lo que haces tú para cambiar el mundo? Yo intento, en la medida que puedo, aportar mi granito de arena.”

Querido/a conciudadano/a upper, estamos convencidos de que si todos operamos en aras del bien común (nuestro) y nos ceñimos al argumentario, no tendremos ningún problema en nuestras exóticas aventuras en el extrarradio de la ciudad.

Atentamente,
Sindicato de la Moral UpperDiagonal.