En F.A.Q News los mitos urbanos, la conspiranoia, la mitología y la criptozoologia se dan la mano con el entramado urbanístico y social de Barcelona. Respondiendo cada mes a una falsa Frequently Asked Question sobre una barriada. Unas Fake News con la historia secreta de la ciudad creada para la ocasión.

¿Sabés cuando una fiesta se te va de las manos? Pues nunca la he liado tanto en una sola noche. Lo que trajeron los amigos chinos de mi colega era otra historia. Te hacía sentir poderoso, invencible. Y un secretismo increíble. He intentado conseguir más de estos tíos, pero parece que no sale del Fort Pienc. En serio, ¿qué es el Shan dian?

Tradicionalmente, los guerreros han combatido colocados de alguna sustancia psicoactiva para ser capaces de matar y morir. Desde la Antigüedad, con los asesinos de Alamut y el hachís, o los berserker vikingos y la Amanita muscaria, hasta la actualidad con la Wehrmacht hasta arriba de speed y los pilotos de cazabombarderos y sus anfetas o pastillas go. La maquinaria de guerra china no es diferente.

Bien arraigado en el misticismo de la magia negra china, el  闪电 shǎn diàn (“relámpago”) debe sus fantásticas capacidades a la manipulación que los wu 巫 (“chamanes”) llevan a cabo con él. Y al auge de la bioquímica china. Es la fusión perfecta de la antigua y la nueva china, sintetizada para conquistar el mundo.

La principal diferencia radica en que su origen no es militar, sino que han sido las propias tríadas las que lo han creado para obtener ventaja en sus guerras por el poder y el dominio territorial. Esa sensación de invencibilidad puede ser igualmente beneficiosa en otros terrenos, como el agresivo corporativismo chino. Los corporativos pagan cuantiosas cifras a las tríadas por pequeñas cantidades de relámpago, que, según ellos, les da una visión preclara que les permite actuar de forma despiadada en la carrera por la dominación económica.

Ahora, considerando que una de las triadas más peligrosas del mundo, 14K, opera en nuestro país, quizá convendría actuar con cierta prudencia. Principalmente delinquen dentro de su propia comunidad y es difícil imaginarlos actuando fuera del Fort Pienc, el auténtico Chinatown de Barcelona, pero no creemos que les interese atraer demasiada atención sobre ellos. ¿Nuestra recomendación? Mejor no seguir indagando, es peligroso hacer enfurecer a un dragón.