La galería la Xina ART acoge hasta el 28 de febrero la exposición ‘Eva/Edit/Eden’ de la autora eslovaca Katarina Balunova. A través de la pintura y la instalación de vídeo, la artista reflexiona sobre cómo afecta la estructura urbana a los individuos y la sociedad. Un conjunto de piezas que nos obliga a cuestionarnos: ¿qué tipo de ciudad ideal estamos construyendo?

Empezaré por el principio de un hecho común. Algo se erigía a lo ancho de las ciudades europeas a principios del siglo XX. Había luz, imagen, sonido. La velocidad en el asfalto y los primeros carteles publicitarios trayendo al mundo el origen de lo que más adelante sería el gran binomio del siglo: arte y mercado comenzaban su andadura de una manera imparable. De fondo quedaba la ciudad en la que el movimiento futurista vertía toda esperanza, afirmando aquello de que “un automóvil rugiente es más bello que la Victoria de Samotracia”.

Y es que al final, como ya reveló la filosofía moderna, la belleza tiene mucho de subjetividad. Pero lo que no se puede negar es la estética espectacular que desde entonces cubre muchas ciudades. Nada se construye ya de manera aleatoria. Ríase la automatización surrealista. Ahora lo cool, lo kitsch y lo trending solo nos conduce a un punto en común: la estetización de un mundo en el que cualquier objeto es materia creativa. Y aunque no se trata del Apocalipsis, sin duda, las consecuencias del capitalismo artístico y la revalorización de determinadas zonas tienen consecuencias innegables: en lo humano, pero también en lo profesional.

Bajo el título de ‘Eva/Edit/Eden’ la exposición hace referencia a cómo afecta la estructura urbana a los individuos y la sociedad, que cómo vemos últimamente no es poco.

Barcelona tiene mucho que decir sobre conceptos como ciudad, utopía y urbanismo. En concreto en la Xina ART, donde hasta el 28 de febrero se podrá ver una pequeña muestra de la creadora multidisciplinar Katarina Balunova. Si no la conocías apunta lápiz en mano porque ya ha mostrado su trabajo en más de una veintena de países de los cinco continentes. Bajo el título de ‘Eva/Edit/Eden’ la exposición hace referencia a cómo afecta la estructura urbana a los individuos y la sociedad, que cómo vemos últimamente no es poco. Solo hay que prestar atención a la subida del precio del alquiler de determinados barrios que pone entre la espada y la pared a los centros de ocio y cultura. La consecuencia acaba siendo la misma: la huida hacia la periferia. Ese fue el caso de varias galerías de arte que hace unos años se instalaron en un espacio industrial de L’Hospitaltet y también lo que, por el contrario, se espera que no ocurra con el Antic Teatre, al que el propietario del edificio demanda una subida del alquiler que cuadriplicaría el precio actual.

El peligro de la expulsión de equipamientos culturales a la periferia tampoco lo esquiva la Xina ART. Sus paredes acogen ahora esta muestra de Balunova con la que la autora hace referencia a través de la pintura, la instalación y el vídeo a esa idea de cómo la ciudad es un espacio que define y crea al mismo tiempo cambios. Y es curioso repensar la historia del urbanismo desde una asociación sin ánimo de lucro que ahora se ubica en un bajo próximo a la parada de metro Paral·lel pero que un día; y ese día se extiende desde 1997 hasta 2010, estuvo recibiendo visitas de manera continuada en la calle del Doctor Dou. Gracias a su ubicación próxima a la Rambla y el MACBA muchos turistas entraban a la Xina A.R.T para deleitarse con las obras de vanguardia de artistas como Benxamín Álvarez, Xesco Mercé o Marc Vilallonga. Pero eso era antes, hasta que recibieron el aviso de que su alquiler se duplicaría de los 600 a los 1.200 euros. Ahora muy poca gente se detiene frente a su cristalera a las afueras del Raval, a no ser que conozcas de antemano que un/a artista expone allí una colección específica como es el caso de la obra de Katarina Balunova.

En la muestra aparecen numerosas referencias simbólicas al poder femenino en la transformación hacia un futuro mejor. ¿Cómo lo hace? Mientras que las medias de nylon se refieren a la belleza de la mujer, en contraposición el ladrillo se convierte en el fundamento de la construcción de una ciudad o lugar ideal. En la sala también encontramos flores de plástico rechazadas desde el cementerio que según la artista expresan la «ambivalencia de la utopía y la falsa ilusión del paraíso».

«Vivimos en los tiempos sin alternativas, el fin de la historia. El sistema actual domina no para que la gente esté de acuerdo con él, sino porque están convencidos de que no hay alternativas»

De hecho, la palabra griega utopía significa «no lugar», lo que ya nos da muchas pistas de la imposibilidad de que un proyecto se lleve a cabo. Sus consideraciones son más que conocidas. Pero, ¿qué ocurre cuando es la misma ciudad, con su «epidemia del frenesí del progreso», que diría Zygmunt Bauman, la que nos impide construir nuevos relatos marcados por lo ideal o lo paradisíaco? «Vivimos en los tiempos sin alternativas, el fin de la historia. El sistema actual domina no para que la gente esté de acuerdo con él, sino porque están convencidos de que no hay alternativas», explica Balunova.

Ante tanta incertidumbre lo que sí es seguro es que el caso de la Xina ART no es el primero, tampoco el último, de una larga lista de espacios culturales que caen como el rey arroja al peón en una tabla marcada por el peso del mercado. Y aquí, el concepto de una ciudad ideal continúa siendo relativo.