Empieza la campaña electoral, que, si le damos al verbo todo el significado que merece, es como si nos tomaran el pelo. Porque de empezar, nada. Los que pueden, hace meses que nos martirizan con lo que harán y lo que no, a quién echarán y lo serios que serán. A la campaña llegamos cansados, pero no hay que decaer. En realidad, las ideas, los programas, nacen hoy. Todo lo que les han contado hasta ahora, prácticamente no vale. Quedan quince días para preguntarles por todo lo que necesitamos, queremos y anhelamos, a los candidatos a la ciudad. Porque ahora es cuando tienen, sí o sí, que contestarnos.

Ada Colau ganaría las elecciones con 11 concejales, pero no sería suficiente para gobernar -la mayoría absoluta está en 21- y el pacto con Xavier Trias, por antagónico, se antoja complicado. Al actual alcalde, las encuestas le dan 8 regidores. Detrás de los dos están Ciutadans, con 6 asientos, el PSC con 5, ERC con 4 igual que el PP y la CUP con tres. Sí, de ser así las elecciones, nos encontraríamos con el consistorio más fragmentado de la Historia.

Lo que nos gusta son las propuestas a la desesperada y hoy vamos a empezar con Trias que, como Susana Díaz en Andalucía, lanza ideas como si en realidad él fuera nuevo y nunca hubiera gobernado. Como bien saben, la Diagonal está muy desconectada entre el lugar donde empieza el tranvía y aquel en el que desaparece, y viceversa o todo a la vez. Así que Trias, que no se ve metiendo raíles por el centro, propone una curiosa alternativa: una oferta de buses eléctricos «de gran capacidad», que cada 7 minutos cubran el tramo de la avenida que no tiene tram. La idea le gusta, sobre todo, porque «no hay que hacer obras». Claro, que a él las obras no le van nada. ¿O será que la reforma entre Francesc Macià y Paseo de Gràcia se estrenó hace menos de dos meses?