Esto sólo puede acabar mal. Es claro, notorio y certificado por los derroteros de la historia universal que a todo proceso de endiosamiento le sigue otro mucho más breve y contundente de martirio. En ámbitos paganos, como pueda serlo la Barcelona actual, el asunto se multiplica por cien. El joven Pep Guardiola no ha entendido esa filosófica lección, entretenido como anda con la poesía, y desde esta columna nos tememos lo peor. Se ha dejado endiosar con actitudes como la de deshojar la margarita año sí, año también en relación a su renovación. Que los motivos sean perfectamente comprensibles –negociarle al Barça un par de millones de euros anuales más–, no quita que, en el ínterin, se produzcan aclamaciones y desmayos del culé de a pie. Serán esos mismos culés los que tarde o temprano acaben dramáticamente con él. A no ser que no renueve, pero en ese caso, no habría mareado tanto la perdiz. Todos recordamos cuando se fue a jugar al Brescia, cómo lo dijo a mitad de temporada. Cada partido era una despedida.
1. El alcalde calificó a los trabajadores del TMB, cuyo sindicato mayoritario CGT al final se echó hacia atrás a la hora de hacer huelga de buses y trenes durante el Mobile World Congress, como “gente complicada”. Un comentario de una inquietante y calculada ambigüedad.
2. “Barcelona tiene que convertirse en la puerta de entrada del sur de Europa para las mercancías asiáticas.” Un burgués com déu mana.
3. “Las disputas municipales pueden alejar Eurovegas.” ¡Esos pueblos, esa envidia que a veces resulta sana, se acabó el Bienvenido Mr. Eurovegas!
La apariencia de libertad es una de las especialidades que mejor dominan las élites del actual imperio existente, Estados Unidos. Los delfines de CIU, formados en su gran mayoría en universidades norteamericanas, están calcando aquel vano modelo. Recordemos el modus operandi, se mejora el envoltorio pero se empobrece el contenido. Un ejemplo en EEUU es la carrera de Filosofía, que ha sido fomentada, pero al mismo tiempo vaciada de contenido, y ya no se leen o analizan los clásicos filosófico-políticos como Platón o Spinoza, sino que se limitan a la lógica formal. Esto en el Ajuntament de Barcelona se está viendo con el pistoletazo de salida del PAM (Plan de Actuación Municipal). Desde el 8 de marzo hasta el 3 de mayo, se repartirán 130.000 trípticos entre autobuses y centros municipales, para que la gente pueda “opinar”. 40 objetivos de ciudad, 147 objetivos estratégicos y 219 propuestas de iniciativas. Imagino que la posibilidad revolucionaria no aparecerá, veamos qué ocurre con la “democrática” medida.
Un fantasma recorre Barcelona, el fantasma de la marihuana, el auténtico –y no nos arriesgamos al sugerirlo– opio del pueblo. Se celebró hace unas semanas Spannabis, la feria de marihuana. La marihuana no entiende de crisis o, quizá, según las conjeturas más situacionistas, sí. Creció en número de visitantes, expositores y superficie un año más. Tiene su sentido, si la mitad de la juventud no trabaja y apenas hay canalizadas maneras para socializarse que no se enfrenten a la desconfianza, que se tiren al delirio fumeta y a las partidas del ProEvolutionSoccer. Desde esta columna nos hemos enterado porque varios bloggers barceloneses de referencia, que nos siguen con adoración, nos comentaron que sus visitas se multiplicaron por 15 cuando postearon acerca de dicha feria.
