Una breve intro

Hay muchas oleadas de izquierdismo indefinidísimo que dicen simplemente que la policía es mala, asesina, agresiva, etc. Desde el punto de vista de este plumilla, director de agitación y propaganda de un proyecto de izquierda definida como el de Izquierda Hispánica, la cuestión radica en mayores sutilezas, como en un ¿para qué sirve esta policía? Bajo este enfoque vamos a dedicar un monográfico informativo sobre los famosísimos, en estos momentos, Mossos d’Esquadra. En esta primera columnita haremos un minienfoque histórico. Aunque muchos sospechemos que la historia siempre es un disfraz, nunca viene mal, para calentar motores, adentrarnos en sus vericuetos.

 

Como Catalunya no tenía milicia, ni policía, ni uniformes, una institución catalana que se convirtiera en la tropa catalana, se rescató del olvido un cuerpo odiado por muchos catalanes, los Mossos d’Esquadra. Creados por el cacique de Valls, el señor Veciana, tras la victoria borbónica contra los Austrias en 1714, se dedican a perseguir borbónicamente a los Austrias por esos campos catalanes una vez terminada la guerra. Los colores de los Mossos, azul y rojo (colores borbónicos) pertenecen a los de la Corona Francesa.

 

16.654 tipos trabajando para el caciquismo

Ya hemos visto su origen, volvamos ahora a la pregunta. ¿Para qué los Mossos d’Esquadra? ¿Por qué esa multiplicación de cuerpos policiales en España, combinando la nacional y la autonómica? En primer lugar, imaginemos que este plumilla desea y conspira para el advenimiento de una revolución socialista a escala planetaria. Pongámonos en situación, que no es moco de pavo. Si vemos los ejemplos gráficos de intentos de lo mismo, como por ejemplo la Revolución Rusa de Mr. Lenin, jamás se ha montado una revolución sin el apoyo por activa o por pasiva, de las fuerzas de seguridad del estado. Es lógico entonces que, con la multiplicación de estas fuerzas en diversas instituciones, la cosa se complica para los embriones de Lenin que está cultivando la cantera de Izquierda Hispánica. Recordemos la Cuba de los años 60, donde los policías no llevaban armas y la gente sí.

 

Las pelotas de goma

Esta catalanización de la “seguridad” llegó a su punto máximo el día de la celebración de la victoria mundialista española. Cuando todo transcurría en perfecta tranquilidad y alegría. Ni punto de comparación con los chavalines vigorosos que se ventilan escaparates en carrer Pelai cuando el Barça se alza con algún título –puedo comparar porque he estado en ambas situaciones–. Los Mossos, a la temprana hora de la 1, comenzaron a desalojar la plaza de Espanya a lo bestia, con las aleatorias pelotas de goma. El resultado fue que un muchacho italiano, amigo de un amigo mío, por cierto, se quedó tuerto (las imágenes en Youtube son estremecedoras). En este punto se reúnen el hambre con las ganas de comer en relación a los Mossos.

 

Recordemos que los Mossos d’Esquadra poseen una particularidad. Dado que en los últimos doce años han sacado una cantidad industrial de plazas nuevas, con vistas a catalanizar la “seguridad”, el resultado es que, con las prisas, algunos miembros del cuerpo en ocasiones parecen más gamberros que los gamberros mismos a los que se supone que tienen que reducir.

 

2 Mossos por contenedor

Hemos tocado techo –eso creemos el equipo de guionistas de este columnista–, con la cumbre del Banco Central Europeo, con Draghi a la cabeza y compañía alojados en el Hotel Arts. Hasta 8000 efectivos, entre Mossos movilizados a ful y Nacionales traídos de toda España. La friolera de 2 Mossos por contenedor. Si calculamos que con dietas, paga especial y el promedio de sueldo sale a unos 500 euros el Mosso por estos días –tirando para abajo–, el gasto de proteger a estos elegantes banquistas de los jovencitos italianos quemadores de contenedores ha supuesto casi un millón de euros, con los cuales se podría haber repuesto, dicen algunos, toda la flota de contenedores cool barceloneses.