BCN Vegas

Llevamos unos meses con una historia decisiva que creemos que necesitaría un monográfico en nuestra revista. Dado que precisamente luchamos, en situación trágica, contra eso. Somos guiris fascinados por Barcelona, que nos hemos instalado en esta ciudad, y, precisamente, es el modelo turístico con todo cerrado a cal y canto como los cruceros, etc., todo lo contrario a lo que somos. En esta línea irrumpe el proyecto USA de montar un Las Vegas alternativo al abrigo del buen tiempo español y el cash de la burguesía europea embrutecida y ansiosa por jugar al black jack. Se trata de un asunto de una relevancia brutal, 200.000 puestos de trabajo, dedicados a hacer la pelota a gilipollas, no son moco de pavo y aseguran una ostensible corrosión del carácter autóctono. Mientras tanto, la ideología oficial se ha puesto manos a la obra, tachando de perrofláuticos a los que están en contra de semejante atropello a las matemáticas y el juego según Santo Tomas de Aquino –que detallamos más adelante–. La decadencia parece imparable. Veremos si cuanto peor, mejor, o si cuanto peor, peor.

 

Bienvenido Mr. Adelson

Si hay una virtud de los norteamericanos, esta es su capacidad para la honestidad, sinceridad, claridad en la exposición y carácter resolutivo para los problemas pragmáticos del día a día. No vamos a decir nada aquí de su problema de fondo de falta de perspectiva utópica de sesgo idealista. Nos concentraremos en comentar las diferentes entrevistas que el señor Adelson –gerente del Proyecto Eurovegas– ha concedido a los medios de comunicación españoles. Nos limitaremos al top 3 de este magnate de los casinos, quinta fortuna de Estados Unidos y financiero de la causa sionista.
1. Que los españoles no se escandalicen pensando que van a tener los peores trabajos, evidentemente los puestos importantes serán todos para norteamericanos, pero ellos podrán trabajar de camareros; las labores más ingratas, como por ejemplo de limpieza, serán exclusivamente para africanos.
2. Francamente, por muchos debates que haya sobre mi amistad con Esperanza Aguirre o las ventajas de Barcelona por tener playa, iremos donde la comunidad autónoma nos ofrezca mejores condiciones.
3. No me interesa para nada la política española. No me interesa para nada la política, excepto la de Estados Unidos.
La verdad es que los tertulianos de Intereconomía son un intento por lo bajo de este buen señor.

La ideología Barça-Madrid

Hasta ahora sospechábamos que vivíamos en la primera monarquía bananera de la historia, pero con la pugna Barça-Madrid por Eurovegas, la cosa ha pasado al imaginario público. Ya es proverbial aquella frase sobre nuestro presidente don Mariano, ese icono de la propiedad privada, “allá por donde pasa, ni mancha ni limpia”, pero la pasividad alarmante del gobierno en el asunto Eurovegas, mientras Madrid y Barcelona se dan de hostias a ver cuál es más patético, no tiene nombre. Hemos de recordar que de los 45 millones de españoles, solo 5 son de Madrid y Barcelona. Sin embargo, estas ciudades están pasando a monopolizar la actualidad en los medios informativos, sitos en ellas mismas, así como la deriva política neofeudal de todo el país. Todo empezó con la Liga de Futbol Profesional y su penosa gestión de los derechos televisivos que vuelcan todo el dinero en el Real Madrid y el Futbol Club Barcelona. Pero ahora la cosa está pasando de castaño oscuro. Mientras tanto, Eurovegas, en plena subasta gitana, se lo pasa pipa, primero iban a pagar por las tierras, y ahora hasta piden dinero por poner el Casino de marras.

La resistencia

Bajo el prisma de este humilde agitador, la resistencia al Proyecto EuroVegas se dedica principalmente a cazar conejos y no leones. Las críticas, muy valientes y nobles, eso sí –dado el aparato propagandístico proEurovegas de La Vanguardia, El Periódico y demás ejes del mal–, suelen ir encadenadas a la confusa ideología ecologista –huertos del Baix Llobregat, etc.–, olvidándose del problema capital: el juego. Hay un punto de orgullo bananero malsano en ese “si dejan dinero, que hagan lo que quieran esos infieles anglosajones”. En primer lugar, que ya tienen los mecanismos para amasar el máximo de gastos de los ludópatas turistas o despedidores de soltero. En segundo lugar, ¿acaso en una actividad económica no es lo más importante la misma actividad?, ¿de verdad hemos llegado al inmoral punto de que todo vale si te pagan?, ¿también habría hostias por montar unos estudios de snuff movie? Absolutamente nadie ha ido al grano para abrir el verdadero debate, el carácter maligno del casino, su rasgo fundamental, el de ser enemigo abierto de las dos cosas más bonitas y geniales de esta vida: las matemáticas y el juego. Coincidimos con Tomás de Aquino cuando avisa que los juegos con dinero pervierten y adulteran, con sufrimiento innecesario, el carácter fundamental del juego, que no es sino una virtud de la convivencia, de volver a ser niño con jovialidad, buen humor, gracia, levedad en el hablar y el actuar. Todo lo contrario al proyecto Eurovegas: tener a gente callada y en tensión durante horas sudando tinta china para no arruinarse, cosa que ocurre en la mayoría de los casos. Adelson siempre gana.